Como cada 18 de septiembre, desde la Fundación Promoción Social y a través de nuestro Observatorio Mujer e Igualdad (OMEI), nos sumamos a la celebración del Día Internacional de la Igualdad Salarial para recordar e insistir en la necesidad de alcanzar este hito tan decisivo para seguir avanzando en la senda de los derechos humanos y la equidad entre hombres y mujeres.
Contribuir a superar las barreras con las que muchas mujeres se topan a la hora de acceder a un trabajo decente y una remuneración justa y equitativa, es uno de los objetivos principales por el que trabajamos en gran parte de los proyectos que desarrollamos en los países en los que estamos presentes.
Para avanzar en este objetivo y lograr el hito de una igualdad salarial, no solo promovemos el empoderamiento de las mujeres, el crecimiento económico inclusivo y la equidad salarial por un trabajo de igual valor, sino que estamos convencidos de que, además, es necesario acabar con las brechas en el acceso a la formación de calidad que sufren muchas niñas y jóvenes en estos países.
El ejemplo de Irene
La historia de Irene Reda, una joven egipcia, es un claro ejemplo de ello. Irene tiene 20 años y le apasiona el mundo de la cocina. Sin embargo, no tenía ni la experiencia necesaria ni la capacitación adecuada para poder dedicarse a ella. Así, a través de su hermano, descubrió un programa de formación al que pudo acceder y, gracias al cual, ha comenzado su preparación como profesional en el sector, lo que le permitirá obtener, además, una certificación oficial que acredite su profesionalidad.
Este curso de formación se desarrolla en el marco del convenio en Alto Egipto que estamos implementando gracias a la AECID, en colaboración con la Fundación CIDEAL y con nuestros socios locales AUEED, Enroot y KEF para contribuir al crecimiento económico, inclusivo y sostenible y al trabajo decente en el sector del turismo.
“Estoy adquiriendo mucha experiencia acerca de cosas que no sabía antes, principalmente sobre comida y cocina, pero también sobre asuntos tan importantes como la evaluación de riesgos, los procedimientos de seguridad en la cocina, o el control de costes en la implementación de menús”, comparte Irene.
Una vez haya finalizado su preparación, tiene la ilusión de abrir su propio restaurante junto con su hermano y su padre, ¡estamos seguros de que lo logrará con éxito y de que llegará a ser una gran profesional!