El agua y el saneamiento son condiciones necesarias para el desarrollo digno y sostenible de las personas. El acceso al agua de calidad y un saneamiento adecuado reduce las tasas de desnutrición, al mitigar enfermedades diarreicas, íntimamente relacionada con esta carencia, especialmente entre niños menores de 5 años. Asimismo, favorece la seguridad alimentaria, pues al garantizar al regadío de los cultivos, se mejora la productividad agrícola. Todo ello contribuye a la reducción de la pobreza.
Sin embargo, aún son muchas las comunidades que no tienen acceso a este derecho humano. Entre ellas, aquellas en las que Promoción Social trabaja junto con ESMABAMA en la provincia de Sofala, la más pobre de Mozambique.
Conocedores de esta importancia, Canal de Isabel II, que promueve a través de su programa Canal Voluntarios proyectos en países de desarrollo que tengan como fin el aumento de la calidad de vida de las personas a través del agua y el saneamiento, aprobó la propuesta presentada por Fundación Promoción Social y ESMABAMA. Gracias a la misma, se realizaron obras de canalización, construcción y mejora de los cuartos de baño, y construcción y mejora de los pozos de extracción de agua en Estaquinha y Barada, dos de las misiones que gestiona ESMABAMA.
Con este nuevo proyecto, “Mejora de las condiciones sanitarias y de acceso al agua de la población más pobre de distritos rurales del Sur de la provincia de Sofala”, que da continuidad al anterior finalizado en 2016, está previsto trabajar en todas las misiones que gestiona ESMABAMA: Estaquinha, Mangunde, Barada y Machanga, donde las necesidades son mayores en los últimos tiempos, no solo por la situación de pobreza extrema que sufre esta zona, sino también por la inclemencia climatológica: las intensas lluvias de los últimos meses han empeorado aún más las condiciones de saneamiento.
Las actividades de este proyecto están en marcha desde el pasado 15 de agosto, y en septiembre, dos voluntarios de Canal Voluntarios han viajado a la zona donde se desarrollan, para hacer un seguimiento de la fase de iniciación de las obras de infraestructura. Junto a ellos viajaron dos voluntarias con perfil técnico, que permanecerán tres meses en las misiones de Estaquinha, Mangunde, Barada y Machanga. Su trabajo será no solo de apoyo cualificado para la ejecución del proyecto, sino también de acompañamiento a los beneficiarios, participando en actividades transversales con los niños y las comunidades que viven en las misiones. Durante este tiempo, ya se ha realizado un primer taller de elaboración de jabón.