Ante la compleja crisis que atraviesa Nicaragua, con graves consecuencias económicas y sociales, encontramos a personas increíbles que, con sencillez y tesón, aportan todo lo que pueden para combatir esta situación y lograr un mundo mejor.
Fary Zambrano es una de estas personas. Trabaja como profesora de 1º de Primaria en el Colegio de San Francisco de Asís, situado en la Comunidad Buena Vista Sur, en Diriamba (Carazo). Actualmente participa en un proyecto que estamos desarrollando en esta región, en colaboración con la Asociación Nicaragüense de Educación y Cultura (ANDECU) y el apoyo financiero de la Generalitat Valenciana. El objetivo de este proyecto es fomentar una cultura de paz mediante el acceso equitativo a la educación para niños y niñas, con especial atención en aquellos que residen en zonas rurales, siendo más vulnerables y geográficamente dispersos.
En el marco de esta iniciativa, Fary ha recibido capacitación por la que ha adquirido nuevas herramientas y métodos innovadores de enseñanza para desempeñar su labor como docente y potenciar el desarrollo integral de sus estudiantes, a nivel académico y personal. Además, este proyecto conlleva la implementación de un Programa de Educación para la Paz que promueve el pensamiento crítico, la expresión oral y la resolución de conflictos en todos los ámbitos, así como mejoras en las infraestructuras educativas y de agua y saneamiento.
Antes del proyecto
Antes de participar en este proyecto, Fary reconoce que su trabajo se veía limitado por la falta de herramientas y material didáctico adecuado. “Los niños se adaptaban a lo que teníamos, pero ahora, gracias a las mejoras en las instalaciones, disfrutan de un ambiente digno y agradable”, admite. Además, explica que estas mejoras influyen positivamente en el proceso de aprendizaje de estos niños, ya que logran captar mejor su atención y aumentar su motivación.
Este impacto positivo no se limita solo al entorno, sino que se extiende también a las familias de los estudiantes. Esto se ha reflejado en el aumento de matriculaciones en 2024, tanto en la educación primaria como en la secundaria: “Los padres y las madres se sintieron fascinados ante las nuevas condiciones de las infraestructuras, por lo que trajeron a sus hijos e hijas a estudiar en este centro. Algunos incluso vivían en comunidades más alejadas”. Además, estos padres y madres muestran una gran satisfacción con el progreso educativo de sus hijos.
En concreto, esta profesora explica que los estudiantes están especialmente entusiasmados con los talleres infantiles a los que asisten para aprender de otros jóvenes que colaboran con el proyecto como voluntarios mentores. “Si mis alumnos y alumnas tienen lagunas, ellos vienen a complementar su conocimiento y ayudarles a afianzarlo. Les gusta mucho aprender con los métodos innovadores que aplican estos jóvenes, por lo que disfrutan y manifiestan interés y muchas ganas de participar”. En esta línea, Fary se muestra confiada en que los estudiantes saldrán mejor preparados y dispuestos a poner sus conocimientos y preparación al servicio de su comunidad.
Seguir creciendo como profesora y como persona
Participar en este proyecto ha sido todo un reto en la carrera profesional como docente de Fary, ya que también ella ha tenido que capacitarse para comenzar a hacer las cosas de otra manera y aplicar nuevos métodos de enseñanza. “En algunas ocasiones he tenido que desaprender, es decir, dejar atrás lo que aprendí hace años, lo tradicional, e implementar nuevas herramientas y métodos que ANDECU me está brindando en el marco de este proyecto y que sé que me van a ayudar a obtener mejores resultados y beneficios en el proceso de enseñanza”.
Como ejemplo concreto, recuerda una capacitación sobre estrategias de comprensión lectora que puso en práctica el año pasado con estudiantes de segundo grado y que, este año, también está implementando en el primer grado. “He comprobado que el aprendizaje así es mayor para ellos” al ser más capaces de comparar y relacionar contenidos que leen.
Pero además de la evolución positiva en sus alumnos y alumnas o en ella misma como profesional, Fary siente que está creciendo humanamente y agradece que las capacitaciones para los docentes abarquen varios aspectos de la vida. “En el proyecto nos han enseñado temas sobre la persona, lo que me ha llevado a la reflexión y a conectar conmigo misma. Esta pedagogía me ha llegado al corazón”.
La vocación de profesora de Fary y su implicación con sus estudiantes para fomentar la cultura de la paz a través de la educación son tales que, incluso, pese a que en una ocasión se lastimó la mano en un accidente doméstico, decidió renunciar a una baja laboral. “Por amor a mis alumnos y alumnas, decidí seguir adelante para evitar atrasar el contenido y su aprendizaje. Además, sabía que se podían desmotivar si cambiaban de profesora y este primer grado es muy importante, ya que en él se imparten los fundamentos sobre los que se basarán el resto de sus años académicos”.