El Proyecto de la FPSC “Productoras y productores agropecuarios organizados fortalecen el tejido social, económico y productivo y sus condiciones de vida en la Microcuenca Guineamayo (Cajamarca – Perú)”, financiado por la Obra Social La Caixa, comenzó en el mes de julio de 2015, motivado por la escasa capacidad de los pequeños productores para organizarse, su desarticulación en el mercado y su limitado conocimiento en gestión comercial eficiente y rentable, junto a la falta de políticas públicas que impulsen su desarrollo agropecuario. Por estas razones se ven limitados a una agricultura de subsistencia, carente de asesoría técnica y alternativas de manejo productivo, que agudiza los problemas de inseguridad alimentaria y pobreza.
Mediante este proyecto, por tanto, se quiere contribuir a mejorar los rendimientos y dar valor agregado a la producción agropecuaria y su inserción competitiva en el mercado.
Para ello, en los seis primeros meses de ejecución del proyecto, se ha trabajado para lograr el acceso de la mujer a los recursos técnicos y de financiación en la gestión social, productiva y económica, que favorezca su participación en la toma de decisiones en el proceso productivo y de comercialización. Con este fin, se ha promovido la participación de las productoras agropecuarias en acciones de capacitación en derechos sociales y económicos y en iniciativas productivas, por ejemplo, la organización del “I Festival Gastronómico de promoción de fríjol, palta y cuy”. También se ha favorecido su integración en los comités multisectoriales para que puedan acceder al espacio público, asumiendo cargos de responsabilidad, y favoreciendo así una mayor participación y protagonismo en las comunidades y sus organizaciones.
De otra parte, se ha mejorado la gestión productiva del cultivo de fríjol, palta y la crianza de cuyes, para su inserción competitiva en el mercado. El diálogo y la recuperación de conocimientos ya adquiridos, junto con el desarrollo de capacidades técnicas y productivas apropiado, permiten la aplicación de buenas prácticas agrícolas, bajo un manejo agroecológico.
Asimismo, los productores involucrados en el proyecto han aprendido a gestionar eficientemente los recursos (agua, tierra, planta) disminuyendo los procesos erosivos del suelo a través de la construcción de terrazas con material de la zona, como las piedras (rocas); mediante la producción de especies forestales de aliso y taya para la conservación de suelos y del medio ambiente; y el empleo de la técnica de barreras vivas. Además, se ha trabajado en la optimización y ampliación de los sistemas de riego que permitirá fortalecer la base productiva en sus parcelas.
Un último factor ha sido la mejora de la gestión económica de los sistemas productivos familiares, desarrollando capacidades organizativas, de liderazgo, equidad de género y gestión micro empresarial, para fortalecer el asociacionismo en la constitución de microempresas; afianzando la formación y la experiencia adquirida que posibilite una mejor actuación en la gestión productiva y comercial; permitiendo gestionar adecuadamente las iniciativas de micro-negocios rentables; y desarrollando capacidades en clasificación, costos de producción y comercialización de menestras, frutales y cuyes, que incrementen las ventajas competitivas de los cultivos para poder acceder a diferentes mercados y lograr una ventaja competitiva en comparación con la comercialización individual.