Maria Tió es colaboradora activa de la Fundación Promoción Social desde el año 2016.
Vecina de San Pol de Mar, Barcelona, Maria está plenamente comprometida con difundir y apoyar el trabajo que realizamos a través de nuestros proyectos de cooperación y ayuda humanitaria en su lugar de residencia. Su firme compromiso y total identificación con la misión de la Fundación la han convertido en una de nuestras promotoras y uno de nuestros pilares fundamentales. Contribuye con su tiempo a poner en marcha iniciativas que sostienen económicamente nuestra actividad y dan voz a los protagonistas de nuestros proyectos, moviendo a muchas personas a respaldarnos también con su generosidad.
Inicialmente, Maria conoció nuestra labor a través de su hijo Enric, quien entonces ocupaba el cargo de director de Ayuda Humanitaria. Fue él quien la alentó a unirse como voluntaria al prejubilarse.
Enric pasó 6 meses en un campo de refugiados en Za’atari, en Jordania, y su experiencia y testimonio personal influyó especialmente en su madre. Maria rememora con emoción: “Todo lo que se consiguió hacer allí con los jóvenes, despertar en ellos su potencial, la alegría que transmitían…”.
En particular, recuerda la historia de superación de un joven con discapacidad que vivía en este campo de refugiados y participó en el proyecto que realizaba en ese momento la Fundación para mejorar la vida e integración de personas como él. Este trabajo incluía la provisión de ayudas para la movilidad, sesiones de fisioterapia y actividades como el teatro inclusivo. Gracias a esto último, muchos jóvenes descubrieron su vocación en la interpretación, experimentando una inclusión plena y sin sufrir discriminación. “Debido a su discapacidad, sus propios padres lo tenían escondido en casa y no se relacionaba con nadie, pero gracias a la labor de la Fundación, tuvo la oportunidad de desarrollar sus dotes como director de espectáculos e iniciar su propio camino profesional”, cuenta con emoción Maria.
“Desde un principio, lo que más me llamó la atención de la Fundación fue su empeño por hacer valer la dignidad de la mujer”, un aspecto de nuestra misión con el que Maria dice sentirse especialmente identificada, así como con la labor que desarrollamos en los países que estamos presentes para facilitar la integración de los jóvenes con discapacidad.
Además, Maria explica que este compromiso con la mujer y, en general, con la promoción del valor y la dignidad de las personas, fue lo que, principalmente, le motivó a colaborar con nosotros entonces y sigue animándola hoy. “Creo que los valores que la Fundación impulsa a través de la educación y la capacitación profesional de las personas que participan en sus proyectos son esenciales para lograr el cambio que buscamos y necesitamos en la sociedad”, añade.
En este sentido, Maria también considera una ventaja el trabajo ininterrumpido y continuado de la Fundación en muchas de las regiones en las que desarrolla sus proyectos, ya que “trabajar en el mismo país, en colaboración con las organizaciones locales, facilita considerablemente el desarrollo personal y profesional de su gente”.
“Nosotros tenemos muchas posibilidades para desarrollarnos personal y profesionalmente, pero ¿por qué no ayudar a que un joven o una mujer tengan una oportunidad también, aunque vivan en otro lugar del mundo con menos opciones?” señala Maria. Así, expresa su deseo de que, en este nuevo año que comenzamos, desde la Fundación Promoción Social sigamos trabajando por ofrecer las mismas oportunidades de capacitación y desarrollo profesional a mujeres que a hombres, para seguir avanzando en el camino de la igualdad.
Con la colaboración de personas como Maria, otras personas construyen, y todos ganamos. ¿Te unes?