El convenio que Promoción desarrolla en Cisjordania, orientado al desarrollo rural sostenible y equitativo, cuenta con uno de sus grandes logros: la creación de una fábrica de compost en Azzoun. Inaugurada oficialmente en octubre de 2017, la fábrica trabaja actualmente a pleno rendimiento.
Esta fábrica de compostaje contribuye a las tres dimensiones de la sostenibilidad de la Agenda 2030: social, económica y medioambiental:
El compost orgánico es un producto medioambientalmente sostenible, no solo por ser una alternativa a los fertilizantes químicos, sino también por utilizar residuos procedentes de plantaciones vegetales y granjas animales como materia prima, evitando que estos sean desechados por otras vías. Además, su uso contribuye a mejorar la calidad del suelo y su venta es una fuente generadora de ingresos.
De otra parte, como importante valor añadido, la fábrica ha contribuido a la creación de empleo en la localidad. En un primer momento, los trabajadores eran voluntarios. En la actualidad, gracias a los beneficios obtenidos de la venta de compost, hay dos trabajadores permanentes, miembros de la cooperativa.
Además, su localización y puesta en marcha está generando otra serie de beneficios medioambientales colaterales. Así, la municipalidad de Azzoun, a través de su consejo municipal, se ha comprometido por escrito a iniciar la recolección separada de residuos orgánicos, mediante el uso de instalaciones especiales, todo un hito en el ámbito rural de Cisjordania. Esta separación de desechos en origen contribuirá a proporcionar insumos orgánicos para la fábrica de compost (al menos 8 m2 por día desde Azzoun).