El pasado 25 de junio, la FPSC organizó en Roma un nuevo encuentro entre diplomáticos latinoamericanos y periodistas, bajo el título “La Unión Europea, América Latina y la legalización de las drogas ligeras”, que contó con Alberto Breccia, Embajador de Uruguay ante el Quirinal, como ponente principal.
El Embajador trató el tema de la despenalización de las drogas consideradas ligeras por el presidente de Uruguay, José Alberto Mújica.
La ley entró en vigor desde hace pocas semanas. Los residentes en el país sudamericano situado entre Argentina y Brasil podrán, previa inscripción en un registro nacional, adquirir 40 gramos de marihuana al mes, cultivar un máximo de seis plantas y ser parte de un club de máximo 45 miembros, a los que, a su vez, se les permitirá el cultivo de un centenar de plantas. Desde noviembre, la marihuana se puede obtener también en la farmacia. De entre los millones de habitantes serán, según algunas estimaciones, cerca de 120 mil los consumidores de marihuana. Para el presidente Mújica, la nueva ley pretende acabar con el comercio ilegal de droga, haciendo emerger un nuevo mercado.
El Embajador de Venezuela ante el Quirinal, Julián Rodríguez Díaz, ha mostrado gran respeto al presidente Mújica y la decisión tomada, sin embargo, considera que la marihuana daña la salud y abre la puerta al consumo de otras drogas como cocaína y heroína. Si se legaliza, se convierte en atractiva (aunque sólo sea por curiosidad) también para quienes no la hayan fumado nunca previamente, crea graves problemas para las cárceles y los ejércitos, y puede desviar la inversión económica en los sectores tradicionales agroalimentarios al privilegiar el cultivo de la marihuana. Rodríguez Díaz también ha querido diferenciar entre el uso de droga y el abuso del alcohol y el tabaco.