María Fernanda Villacrés forma parte de nuestro equipo de Proyectos residente en Valencia. Ella vive junto a su familia en Paiporta, uno de los principales escenarios de la terrible DANA del pasado 29 de octubre.
En estas últimas semanas, María Fernanda ha vivido en primera persona muchos acontecimientos. Afortunadamente, tanto ella como su familia se mantuvieron a salvo durante la riada, pero sí que han tenido que compartir el dolor ocasionado por este desastre con otros vecinos y amigos.
Superadas ya las primeras semanas desde que se produjo esta tragedia, María Fernanda comparte con nosotros cómo lo está viviendo todo y cómo, tanto ella como sus vecinos, tratan de afrontar con esperanza el proceso de reconstrucción.
Pregunta.– María Fernanda, ¿Cómo viviste la riada? ¿Qué supuso para ti presenciar algo tan salvaje en tu propio pueblo y desde tu propia casa?
Respuesta.- No entendía lo que estaba pasando, se supone que tu casa es tu lugar seguro, es el espacio donde el miedo no entra, pero esa noche fue diferente. Se fue la luz en las casas y, poco a poco, se fueron apagando las luces de las farolas de la calle. Escuchábamos la fuerza del agua pasar por las calles y los coches flotaban. Nos quedamos sin servicios básicos e incomunicados. Esa noche nos cambió la vida a todos.
P.- Imaginamos el cúmulo de sensaciones y sentimientos, sobre todo al principio cuando el shock y el desconcierto eran tan grandes… ¿Cómo podrías explicar que han ido evolucionando y, en cierto modo, ordenándose estos sentimientos a lo largo de las últimas semanas?
R.- Al inicio no conocía la magnitud del desastre. Una vez me di cuenta, me llené de tristeza, pero a la vez de agradecimiento porque estábamos vivos y por las muestras de solidaridad que llegaban a las zonas afectadas. Creo que todavía no han salido a flote todos los sentimientos, no hemos tenido tiempo porque todos nos hemos centrado en colaborar en lo que fuera necesario.
P.- ¿Cómo afrontáis tú y tu familia, tus vecinos en Paiporta, tus amigos… el presente y el futuro más inmediato?
R.- Después de tres semanas, necesitamos tener algo parecido a la normalidad, ver que se reabren los comercios, tener un lugar donde comprar alimentos, que los niños puedan regresar a las clases, son tantas cosas… pero sabemos que esto va a llevar su tiempo.
P.- ¿Cómo está viviendo el equipo de la Fundación en Valencia las consecuencias de esta DANA? ¿Cómo os habéis coordinado con el resto de ONGD’s?
R.- Nos ha afectado de manera directa porque ha impactado de lleno en nuestra comunidad, pero gracias al apoyo del resto del equipo de la Fundación hemos seguido adelante. La coordinación con el resto de ONG’s se ha canalizado a través de la Coordinadora Valenciana de ONG’s. Los grupos activos de la Coordinadora han estado informando día a día de todas las ayudas, voluntariado, campañas y recursos que se ofrecen a la población afectada. Como miembros activos de la Coordinadora, hemos estado siguiendo en todo momento las comunicaciones y mensajes, participando en las reuniones para poder gestionar todos los diferentes tipos de ayuda que cada entidad puede ofrecer.
P.- María Fernanda, debido a tu labor profesional en la Fundación Promoción Social, mantienes un vínculo muy estrecho con la ejecución de proyectos de cooperación al desarrollo y ayuda humanitaria en otros países del mundo. Personalmente, ¿qué ha supuesto para ti, de repente, vivir en primera persona y desde tu hogar una situación como esta que requiere de la participación directa y activa del tercer sector?
R.- He sentido lo vulnerables que podemos ser las personas en cualquier momento, y esto me ha llevado a recodar el trabajo que desde la Fundación, se realiza conjuntamente con los socios locales en los diferentes países para contribuir a mejorar la situación de vulnerabilidad de la población en situaciones similares. Creo que el tercer sector nos ha dado como sociedad una lección de eficiencia y de respuesta inmediata desde la cercanía a la población afectada, dando cobertura a las necesidades básicas.
P.- En base a tu propia experiencia, ¿crees que se puede sacar algo bueno o algún aprendizaje de esta situación tan dramática?
R.- Esto que nos ha ocurrido, no sólo le ha afectado a Valencia, sino que a todos, ya que los efectos del cambio climático son imprevisibles y debemos estar preparados. Quizá el principal aprendizaje de una situación tan triste es que si queremos podemos trabajar unidos. En Paiporta por donde camines puedes ver a bomberos, cuerpos de seguridad y servicios de diferentes comunidades, nunca había visto tanta diversidad y trabajo colaborativo. Esto no lo vamos a olvidar nunca, no sólo por lo que ha pasado, sino que también por la “unidad” que ha generado.
P.- ¿Cómo habéis vivido desde Paiporta la respuesta ciudadana y la movilización de tantos voluntarios?
R.- Creo que todos los vecinos tenemos un mismo sentimiento y es el de agradecimiento por las muestras de solidaridad de todos los voluntarios que han venido de toda España y de otros países. No era fácil llegar, tenían que venir caminando desde Valencia, y venían cargados con palas, agua, comida y todo lo que fue necesario. Otros llegaron desde diferentes ciudades con vehículos cargados de suministros. Creo que ninguna imagen o fotografía puede mostrar lo que realmente han hecho aquí. Los jóvenes también nos han dejado un mensaje de esperanza en el futuro, porque han trabajado desde el primer momento sin descansar, cambiaron móviles y ordenadores por palas y cubos, creo que ya no les podemos llamar la generación de cristal, son mucho más.
P.- ¿Cómo podemos seguir colaborando y apoyando a tantas personas afectadas? ¿Por qué es tan importante no perder esa mirada en el medio y largo plazo?
R.- Pienso que esto acaba de empezar, la recuperación va a durar mucho tiempo, por eso hay que trabajar en una planificación de la ayuda y las acciones para cuando el foco mediático haya pasado, sobre todo pensando en las personas que lo han perdido todo. Se puede seguir colaborando con las iniciativas que se propongan desde la Fundación y que irán encaminadas al trabajo coordinado que se ha planteado desde la Coordinadora Valenciana de ONGD’s.