El pasado 16 de marzo recibimos en sede de la FPSC la visita de Rania Haddadin, jordana, vicesecretaria general y responsable de asuntos internacionales del partido político al que pertenece, Unión Nacional de Jordania, y un referente de la sociedad civil en su país.
La visita se enmarca en un viaje que realizó a España para impulsar iniciativas, a título individual, de promoción de derechos e igualdad de oportunidades de las mujeres en su país y de promoción de valores democráticos entre los jóvenes jordanos.
La coordinación del encuentro se realizó a través de la Embajada Palestina en España y asistió su embajador, Musa Amer Odeh.
FPSC: La llegada de las primaveras árabes trajo consigo voces en favor de una apertura democrática en esos países.¿Ha resultado un fracaso?
RH: Con la primavera árabe la gente se levantó, también pensando que iban a tener democracia, que se iba a poder influir sobre la constitución, que se conseguirían más libertades. Pero el resultado se vio truncado porque llegó al poder gente con muy poca preparación o escasa formación en política. Y la profesionalidad es fundamental en política. Un político tiene que estar formado en democracia y en general.
Otro problema es que la primavera árabe contó con una doble agenda, debido al surgimiento de líderes de organizaciones que no eran específicamente nacionales, que tenían una agenda internacional, con sus propios fines, distintos a los fines de la democracia.
Exceptuando en Túnez, donde realmente hubo algunos movimientos de carácter nacional que tomaron en consideración el tema de la democracia, en el resto del mundo árabe hubo una especia de doble agenda: se quería que la población se levantase en favor de la democracia, pero los líderes tenían otra agenda.
En Jordania fue distinto gracias a la existencia de los partidos políticos. El pueblo, sobre todo, quiere mucho al rey. Están convencidos de la monarquía. Hay mucha igualdad entre la gente. Los jordanos de origen palestino, por ejemplo, tienen los mismos derechos que la población de origen jordano. Hasta los refugiados que han venido, sirios, iraquíes, y yemeníes, tienen su propia reglamentación lo que les garantiza tener casi los mismos derechos que los jordanos.
El pueblo jordano quiere a su país, quiere a su rey. La monarquía jordana no es tiránica, al contrario. Ante un problema importante, el monarca consulta al pueblo, y asegura el derecho de la gente. No es una monarquía antidemocrática. Además los jordanos son muy patriotas. El eslogan del país es el ser humano por encima de todo.
En Jordania a pesar de que hubo primavera árabe, todos los movimientos extremistas, diríamos, han sido más o menos neutralizados por la misma población, incluso por población de origen palestino, que ayudó mucho, y también por el ejército, por las fuerzas de seguridad, etcétera. Estos movimientos más radicales que han surgido a raíz de la primavera árabe, no han arraigado como en otros países.
FPSC: ¿Cómo se puede combatir el extremismo radical en los países árabes?
El problema del mundo árabe es que hay extremismo intelectual e ideológico en todos los aspectos, no solo religioso. Aunque actualmente, en el mundo árabe, éste está disfrazado de religioso. El extremismo está funcionando a todos los niveles, en primer lugar en Internet, también en algunas mezquitas, y en las redes de mujeres, que van de puerta en puerta difundiendo el mensaje.
A título individual y como cristiana, tengo mucha experiencia en el tema, he participado en muchos congresos y seminarios, y sobre todo he tenido la oportunidad de hablar con estas mujeres que al principio me rechazaban, porque me decían: «eres cristiana, no eres musulmana», «tú no tienes velo, cómo te atreves hablarnos de la religión». Pero como conozco bien la religión musulmana y les hablaba de ello con mucho respeto, así han acabado aceptándome, aceptando mis ideas y poco a poco influyendo también ellas también en los suyos.
Por mi experiencia personal, he conseguido aportar algo a mujeres que eran totalmente extremistas. Habría que trabajar también con los jóvenes, que son mucho más vulnerables frente a este discurso radical.
Pienso que los jóvenes tienen distintos intereses, políticos, económicos, deportivos. Hay jóvenes de todo tipo. La idea es trabajar en cada una de las comunidades autónomas o regiones de allí, buscar primero a los jóvenes que tengan más interés, que tengan más contacto con los medios sociales, y que puedan ser líderes. Y organizar con ellos programas de liderazgo.
Realizamos una experiencia juntando a jóvenes jordanos, que sufren la crisis económica, carencia de trabajo y ociosidad, con jóvenes palestinos que sufren los check-points y tensiones con los israelíes, etc. Tras un primera fase donde rompieron el hielo, comenzaron a intercambiar opiniones, el jordano decía «es la primera vez que veo el mar», el palestino le decía «es la primera vez que vengo aquí que no tengo que pasar por check points»… Y al final los jordanos iban viendo también cómo es la realidad de la vida en Palestina. Intercambiaron experiencias de tal modo, que sus páginas Facebook de los palestinos hablaban de Jordania y los jordanos hablaban de Palestina.
Sería bueno organizar encuentros, además, con jóvenes españoles paa incorporar otra visión.
FPSC: Háblenos de los derechos de la Mujer en Jordania.
No se trata sólo promover su empoderamiento, es necesario cambiar la legislación y sensibilizar para que las mujeres tomen conciencia de los problemas.
Pienso que hay que volver a revisar toda la legislación del país y en ello estoy trabajando junto con un grupo de mujeres de mi partido. Por ejemplo, en los matrimonios, la edad mínima para casarse es de 18 años, pero a veces hay excepciones, ya que la autoridad religiosa puede dar permiso para que se casen más jóvenes. Por ejemplo, durante este año ha habido 2.500 bodas de niñas mucho más jóvenes. Hay que luchar contra esto.
Además está el problema del estatuto personal, está basado en la ley religiosa. Hay muchos problemas, por ejemplo, en el divorcio. Un marido en general se puede marchar y la mujer no tiene derecho a nada, ni siquiera a una pensión por no haberlo acordado antes de casarse. Es una ley compleja. Muchas mujeres están obligadas a mendigar o a prostituirse para poder vivir.
También, si una mujer tiene un hijo, no tiene derecho a baja laboral. Sólo tienen derecho a 40 días. Ahora se está promoviendo que los hombres tengan derecho a 3 días por paternidad, cosa que no existía antes. Los empleadores se plantean por qué contratar a mujeres, pudiendo contratar hombres, que no tengan hijos.
La diferencia de salario entre hombre y mujer también es importante. También el tema de la herencia es muy complicado.
Existen muchos problemas, y por eso las mujeres prefieren que haya una ley civil, y no una religiosa para estatuto personal, para código personal.
El 75% del Parlamento está constituido por hombres, y ellos no van a legislar en favor de las mujeres, porque están en una situación de preeminencia. Pero son las mujeres las que se tienen que levantar para exigir sus derechos, por ello, el primer trabajo es sensibilizar a las mujeres para luchar sus derechos.