La misión de Fundación Promoción Social es promover la dignidad de las personas en el mundo, que este año coincide con el lema escogido para la celebración del Día de los Derechos Humanos (10 de diciembre): “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”.
La Fundación desarrolla sus proyectos de cooperación al desarrollo y emergencia con un enfoque de derechos, prestando especial atención a la eliminación de las desigualdades, la promoción de las mujeres en situación de desigualdad o vulneración de sus derechos y la promoción de la justicia climática.
El cambio climático es una de las principales causas de pérdida de la biodiversidad en el mundo y tiene graves consecuencias, como el colapso de los sistemas alimentarios y de salud. Para la Fundación, en el contexto actual de la crisis global generada por la COVID-19, nuestro trabajo en países como Palestina y Etiopía, donde trabajamos en el marco de dos convenios financiados por AECID, de cara a combatir los efectos del cambio climático es una prioridad.
En Palestina, uno de los objetivos específicos es la aplicación de energía limpia, tanto en Gaza como en Cisjordania. Para ello, se imparte formación a técnicos/as locales en el campo de la energía solar en colaboración con el Centro de Investigaciones Energéticas de la Universidad de An Najah, y se promueve la investigación y transferencia de conocimiento, más específicamente, convirtiendo el residuo de las almazaras, procedente de la obtención de aceite, en un recurso energético más limpio (biomasa) e innovando en el tratamiento del residuo sólido (agua con los restos del aceite), que es altamente contaminante, para evitar que sea vertido de nuevo y se produzca filtración.
Por otra parte, el cambio climático está afectando considerablemente a la vida y los medios de subsistencia de las comunidades de pastores y agropecuarias de la región somalí, en Etiopía. Algunas iniciativas puestas en marcha son la reducción de la erosión a través de medidas físicas, biológicas y mecánicas; la recuperación de áreas degradadas a través de campañas de reforestación con especies autóctonas y el aumento de la biodiversidad mediante la reintroducción de especies adaptadas y la creación de un vivero y un banco de semillas.
En ambos convenios, promovemos el empoderamiento y autonomía de las mujeres del ámbito rural mediante su accesibilidad a los recursos naturales, a la producción y al uso de técnicas. Se promueve la incorporación de las mujeres al tejido cooperativista y se impulsa su participación activa en los órganos de gobierno y en la toma de decisiones.
En el marco del convenio en Palestina, se fomentan los emprendimientos productivos agrícolas y su comercialización, y la creación de clubes y cooperativas de mujeres. También se incide en cuestiones de sensibilización y concienciación pública sobre igualdad de oportunidades y derechos.
En Etiopía, el convenio incluye un componente de formación de mujeres en sus derechos fundamentales con la finalidad de combatir y prevenir la mutilación genital femenina o los matrimonios forzados a edades tempranas, prácticas especialmente arraigadas en la región.