El proyecto, realizado en colaboración con la ONG japonesa JEN, ha consistido en la distribución de 2.500 cajas de ropa, donadas por la marca japonesa UNIQLO, entre los refugiados sirios del campo de Za’atri, en el norte de Jordania.
Para la distribución se tuvieron en cuenta las necesidades prioritarias de este colectivo, derivadas de un estudio realizado en coordinación con las agencias y los actores implicados en la gestión de la emergencia siria: el sector de NFI (Non Food Items) del campo, liderado por ACNUR y formado por varias agencias humanitarias, entre las que se encontraban Save the Children, NRC, INTERSOS o ActionAid.