El programa financió y apoyó durante tres años la operación de dos CDHUs. Uno era un colegio en la zona sur de Bogotá y otro un centro de jornada alterna en Villavicencio (a tres horas de Bogotá). Se denominan CDHUs porque se presta atención educativa, en salud y alimentación en una misma institución y de forma continuada.
Uno de los centros es similar a un instituto de educación secundaria en España, añadiendo capacitación técnica (formación profesional). Es un colegio de menos de mil alumnos de capacidad y que ya funciona perfectamente. El otro centro está situado en Villavicencio (departamento del Meta), donde se presta una atención extraescolar (se denomina jornada alterna) que completa la formación de los alumnos.
La idea principal del CDHU es prestar una atención y seguimiento integral; es decir, no sólo se da educación formal (o clases de apoyo) sino que se trabaja la salud, la alimentación y el trabajo familiar (con mujeres).