Guatemala es un país con estabilidad macroeconómica pero marcada por altos niveles de desigualdad y pobreza, especialmente en zonas rurales y entre las poblaciones indígenas. La pobreza multidimensional afecta a millones de personas, con un alto porcentaje empleándose en el sector informal, destacando la importancia del sector agrícola en la economía.
También enfrenta desafíos significativos, liderando América Latina en desnutrición crónica. La discriminación hacia poblaciones indígenas contribuye a tasas alarmantes de desnutrición, afectando particularmente a niños. El proyecto busca abordar esta problemática en seis comunidades del departamento de Quiché, trabajando en seguridad alimentaria y condiciones ambientales.
La propuesta se enfoca en apoyar sistemas de producción de alimentos a pequeña escala, promoviendo la seguridad alimentaria, nutrición, equidad y sostenibilidad de los recursos naturales. La capacitación teórico-práctica, dirigida por miembros de la etnia K’iché, se centra en prácticas agropecuarias culturalmente adaptadas y producción de alimentos nutritivos. Formar promotores locales, asimismo, contribuirá a mejorar la situación de inseguridad alimentaria en estas comunidades.