El proyecto pretendía fortalecer el sistema educativo en Palestina, mejorando la calidad de sus recursos materiales y humanos: una prioridad de la Autoridad Palestina en relación con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Se trabajó en tres campos: la mejora de infraestructuras de escuelas, la formación de formadores y la organización de actividades para la ocupación del tiempo libre de niños, niñas y jóvenes palestinos.
La rehabilitación de escuelas se ha realizado en la Ciudad Vieja de Jerusalén y en Beit Sahour, en el área de Belén.
El objetivo del programa de formación de formadores organizado por la Universidad de Belén consistía en facilitar a 380 profesores la capacitación que les permitiera llevar a cabo su trabajo de una manera realmente eficaz y adaptada al nuevo curriculum del Ministerio de Educación de la ANP.
Las actividades para la ocupación del tiempo libre de los niños, niñas y jóvenes palestinos se realizaron en 3 Centros Culturales y participaron en ellas jóvenes de Beit Sahour, Zababdeh, Ramallah, Belén y Jerusalén.