El proyecto “Apoyo a la generación de ingresos y capacidad productiva sostenible de pequeños productores y productoras de Gaza”, ha finalizado recientemente con importantes hitos que han tenido un impacto positivo en la vida de los titulares de derecho de la Franja de Gaza. El proyecto ha sido financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
En una población tremendamente empobrecida, con uno de los índices de desempleo más altos de la región, el proyecto ha trabajado apoyando la mejora de la infraestructura agrícola, como vector para mejorar las oportunidades de empleo y aumentar el crecimiento económico.
Todo ello con un enfoque de igualdad de oportunidades, teniendo en cuenta la especial vulneración que sufren las mujeres. Se trata de una zona donde su participación en la agricultura se considera una extensión de sus obligaciones domésticas, y ello provoca que no obtengan remuneración por su trabajo.
El proyecto ha aprobado con éxito tres iniciativas de emprendimiento que han contado con un plan de negocio hecho a la medida de cada mujer emprendedora. Estas iniciativas han sido registradas y, por lo tanto legalizadas, para garantizar el comercio de los productos dentro de la economía formal y la competencia en el mercado en condiciones de igualdad y de forma sostenible. Las mujeres han recibido sesiones personalizadas de formación y capacitación en liderazgo en su empresa y gestión de negocios.
De forma paralela, se ha trabajado en la mejora de las prácticas agrícolas a través de la capacitación a agricultores, instalación de redes de riego, programación de los cultivos y fertilización basada en mejores prácticas agrícolas, reduciendo el consumo de pesticidas y fertilizantes químicos. Este enfoque de agricultura segura, tiene además un componente de sensibilización a los consumidores finales.
El nexo de unión de estos dos componentes será a través de las cadenas de producción desde la cosecha hasta el mercado, generando un sistema de precios justos y que garantice una salida comercial a los productos resultantes. De igual modo, se contribuye al empoderamiento de las mujeres, en una zona donde existen importantes agravios por cuestiones de género. Como se ha dicho, la agricultura es un sector clave en Gaza, que contribuye a la seguridad alimentaria y es de las pocas fuentes generadoras de ingresos. A través de actuaciones vinculadas a los ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico) y 5 (igualdad de género), se tiene un impacto directo sobre los ODS 1 (fin de la pobreza) y 2 (hambre cero).