La propagación del COVID-19 está agravando de forma severa la ya frágil situación de la población en los países en los que trabajamos, marcada por conflictos internos, desplazamientos forzados, inseguridad alimentaria severa, desnutrición aguda, desastres naturales, falta de acceso a agua potable y servicios básicos.
En Venezuela colaboramos, a través de nuestra campaña “SOS VENEZUELA”con la Asociación de Arte y Ciencia (ASAC), enviando ayuda para mitigar el impacto negativo generado por el COVID-19 sobre la persistente crisis humanitaria que sufre el país, y poder posibilitar la distribución de alimentos entre familias en situación muy vulnerable de Caracas, zona central y el occidente del país.
En Venezuela existe una situación muy grave de desabastecimiento de alimentos y medicinas a los que se une la falta de suministros como la gasolina, el agua o la electricidad.
En el día de ayer nos contactó Yvonne de Vieira, Gerente General de ASAC y nos cuenta:
“Por fin puedo contactar con ustedes tras muchos días sin señal de internet.
Aunque hoy es lunes 15 aprovecho que tenemos señal aunque un poco irregular para ponerlos al día de lo que pasa en Venezuela en relación al COVID 19. Llevamos 91 días en cuarentena, contamos con 2.979 casos reportados y 25 fallecidos.
Gracias a Dios las personas que acuden a los centros de formación promovidos por ASAC ni tampoco el personal que labora en los centros, han contraído la enfermedad. No tenemos reporte de que alguno se haya contagiado con el COVID 19.
Desde la Asociación de Arte y Ciencia hemos dedicado estos 91 días de cuarentena a proporcionar alimentos a nuestros seguidores y empleados y a sus familiares, utilizando los recursos que nos han proporcionado nuestros aliados, uno de los cuales es la Fundación Promoción Social. Hemos prestado especial atención a las personas que acuden a nuestros centros de las cuales sabemos que no cuentan con recursos suficientes para llevar comida a sus casas o que han perdido sus trabajos o que dependen de lo que producen diariamente para el sustento propio y el de sus familiares.
Hemos dividido los recursos para ayudar un poco en varias regiones: área metropolitana de la capital, zona central y en el occidente de Venezuela.
Debido a la cuarentena y también por la falta de gasolina, hemos mantenido contacto con nuestros conocidos y colaboradores solo a través de las redes sociales, por correo electrónico y contacto telefónico, enterándonos de sus necesidades y preocupaciones para ver cómo ayudar. La mayoría nos pide alimentos, sin embargo, algunos han solicitado alguna medicina. Por otra parte los hemos sensibilizado transmitiéndoles insistentemente el mensaje de que se queden en sus casas y si tuvieran que salir lo hagan tomando las medidas pertinentes, así mismo, que ante cualquier síntoma por pequeño que parezca, acudan a realizarse la prueba de despistaje.
La situación de la gasolina mejoró algo pero corren rumores que esto solo son “paños calientes” una solución temporal sin corregir los problemas de fondo.
Por ahora, seguimos en cuarentena con períodos cortos de flexibilización”.