En Cajamarca, Perú, se han logrado avances significativos del proyecto que implementamos en 10 comunidades vulnerables de la microcuenca de Chipuluc para impulsar el desarrollo rural sostenible y la equidad de género, y que se encuentra en su segundo año de ejecución. Mejorar la alimentación saludable y fortalecer la resiliencia de estas comunidades, potenciando sus capacidades, está siendo posible gracias al trabajo conjunto con ESCAES y el apoyo financiero de la Generalitat Valenciana.
Incremento de la disponibilidad de alimentos
En el ámbito de la seguridad alimentaria, se han instalado dos sistemas de riego tecnificado por aspersión móvil en colaboración con la población y autoridades municipales, beneficiando la producción agrícola. Además, se han capacitado a las familias sobre el derecho al acceso al agua, mediante dos talleres, y el manejo de sistemas de riego presurizado, con otros dos talleres, resultando en una mejora significativa en la producción agrícola y un uso más eficiente de los recursos hídricos.
La introducción de 7 hectáreas de pastos mejorados para la alimentación de los cuyes en parcelas familiares ha impactado positivamente en los ingresos de los hogares y la economía, mientras que la instalación de módulos para gallinas ponedoras, dirigidos por 51 mujeres productoras líderes, ha fortalecido la producción y generado oportunidades de ingresos adicionales.
Adicionalmente, se ha fomentado la participación de estas comunidades en ferias y eventos locales, provinciales y regionales para dar a conocer y promover sus productos agropecuarios. Esto ha contribuido significativamente a establecer relaciones comerciales a diferentes niveles, ampliando las oportunidades de mercado para los productos cultivados en la microcuenca de Chipuluc.
Se ha enfocado también en la sostenibilidad a largo plazo, desarrollando estrategias para que las comunidades mantengan y continúen mejorando sus prácticas agrícolas, asegurando así un impacto continuo y sostenible en la región.
Manejo sostenible de los recursos naturales
Para mejorar la capacidad de las comunidades rurales de manejar sus recursos naturales de forma sostenible, se han instalado cocinas mejoradas en las viviendas de algunas familias de la microcuenca, contando con su colaboración. Asimismo, se ha organizado un comité agro-conservacionista, conformado por hombres y mujeres, que ha trabajado por la conservación de 20 hectáreas de suelos con especies forestales nativas y ha planificado el proceso de producción de las especies de cada comunidad.
En esta línea, también cabe destacar el desarrollo de un programa de sensibilización en adaptación y mitigación del cambio climático, así como la construcción de 100 módulos de gestión de residuos sólidos que están permitiendo producir abono orgánico propio y aprovechable en las parcelas de las comunidades participantes.
Uno de los logros más reseñables en esta materia tiene que ver con la instalación de módulos de lombricultura para producción de humus de lombriz. Este avance, protagonizado por mujeres, está siendo muy significativo como respuesta al alza inesperada del precio de los fertilizantes que se está sufriendo este año. El humus de lombriz es una alternativa económica y ecológica muy viable para garantizar la producción de alimentos sin degradar el suelo.
Derecho a la alimentación y promoción de la igualdad
En aras de fortalecer las capacidades organizativas, participativas y de gestión de las comunidades para garantizar el derecho a la alimentación de la población vulnerable, se han desarrollado dos programas: uno de capacitación en gestión, derechos sociales y políticas públicas, y otro de capacitación en gestión de proyectos productivos ante instancias del gobierno municipal y subregional. Este último ha contado con la participación de 50 hombres y mujeres líderes y 30 autoridades de las 10 comunidades participantes.
Con el fin de promover la igualdad de acceso de las mujeres a los recursos productivos y a las oportunidades de generación de ingresos, se han implementado 10 Círculos de Cultura con 300 participantes (20 mujeres y 10 hombres en cada uno). Del mismo modo, se han celebrado paneles fórum sobre el marco jurídico de los derechos de las mujeres y sobre su autonomía económica.
En el ámbito de la igualdad, también se ha elaborado y difundido un Plan de Incidencia en políticas públicas sobre género y derechos que ha contado con la participación de los campesinos y las campesinas líderes, de las autoridades comunales y de los representantes de las diferentes instituciones del gobierno local.
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