El proyecto ‘Fortalecimiento de una red de solidaridad social sostenible e innovadora en el Líbano para las poblaciones de Siria y Líbano más vulnerables económicamente’ fue diseñado e implementado por FPSC y Arcenciel, para facilitar que personas vulnerables pudieran satisfacer sus necesidades básicas, como ropa y artículos del hogar, sin mermar su autoestima y dignidad.
A través de la renovación del taller de costura en el centro de Sed El Bouchriyeh, en Beirut, y su suministro a las tiendas de los centros en Halba y Taaneyel, y de la recepción de un mayor número de artículos donados, la población de estas tres regiones ha podido comprar productos para cubrir las necesidades de sus familias dentro de una gama más amplia, y ha experimentado la satisfacción de realizar sus compras en boutiques remodeladas y correctamente equipadas.
La campaña de marketing realizada en las regiones, con el objetivo de incrementar las donaciones de ropa usada y de artículos diversos, contribuyó principalmente a lograr este objetivo, con la instalación de contenedores en lugares estratégicos y la compra de dos camiones.
Este proyecto ha sido un éxito, no sólo por el hecho de superar el número de beneficiarios en un 9% (10.929 frente a los 10.030 previstos), sino también por el impacto no esperado en la fase de diseño del proyecto.
Imtithal, refugiada siria, alberga la esperanza de que su estancia en el Líbano sea temporal; su formación ha supuesto una gran mejoría para ella y su familia. Su esposo se oponía inicialmente a su participación en el taller, creyendo que era una pérdida de tiempo y la iba a mantener lejos de su casa y su familia. Esta situación cambió cuando un día su marido regresó del trabajo con los pantalones rotos. Ya estaba dispuesto a tirarlos, cuando Imtithal, poniendo en práctica lo aprendido, los arregló e hizo comprender a su marido cómo esta formación podría beneficiar a toda la familia: realizar arreglos de la ropa supondría un ahorro al no tener que incurrir en gastos comprando nueva.
Imtithal también está contenta porque ha superado su miedo a las máquinas de coser; un miedo que le obligaba a realizar todo el trabajo de costura a mano. Su deseo ahora es poder comprar una máquina para su casa y realizar este trabajo de manera más eficiente.
El proyecto también ha ayudado a crear estabilidad social entre las beneficiarias que asistieron a las capacitaciones, ya que mujeres procedentes de diversas nacionalidades convivieron juntas, creándose un vínculo muy fuerte que trascendía las diferencias entre ellas y los prejuicios.
Nawal, iraquí, fue una de las 14 mujeres que recibieron sesiones de formación y un kit de costura al final del taller. Lo que más le gustaba del kit eran las tijeras que incluía. Explicó al equipo del proyecto cómo siempre encontró dificultades para coser su ropa y la de su familia debido a la mala calidad de las tijeras que tenía. También pensaba lo útiles que eran las cremalleras del kit para sustituir la dañadas en prendas y evitar tirar ropa. Para ella, estas dos herramientas triviales eran de gran ayuda y utilidad.
«Puedo vestir a mi familia más ordenadamente ahora», dijo Nawal, cuando se le preguntó acerca de cómo el proyecto influyó en su vida. Se convirtió en un hobby para ella, y una habilidad útil al mismo tiempo. Ahora puede coser en casa, remendar la ropa y realizar arreglos de las prendas de la familia. Para Nawal y su familia este cambio también está suponiendo un ahorro, al no tener que acudir al sastre para estos trabajos. Además, arreglar la ropa del hogar, cortinas, sábanas y fundas de almohada, le permite mantener su casa en unas condiciones más dignas.
Al preguntarle sobre cómo imaginaba su futuro con la costura, contestó que su deseo era comenzar a confeccionar ropa.
Las boutiques han recibido gran cantidad de ropa donada por parte de muchas personas y empresas de ropa; el marketing de estas prendas se ha convertido en un factor crucial en las etapas de desarrollo del proyecto.
La sostenibilidad del proyecto se garantiza gracias las redes establecidas y la cooperación entre las diferentes escuelas, municipios, donde se han instalado contenedores para la recogida de artículos donados, y del trabajo del equipo de Arcenciel, que asegura la participación y el correcto aprendizaje de estas mujeres en situación de vulnerabilidad.