20 febrero, 2012
Caritas y FPSC trabajan juntas en apoyo de la población refugiada iraquí

De mal en peor: la situación de los refugiados iraquíes en Siria

A pesar de que Siria está al borde de una guerra civil desde casi un año, Damasco se ha librado de la agitación que sí viven otras regiones. De hecho, el proyecto de Caritas y la FPSC, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, de apoyo a la población de refugiados iraquíes en la capital, se está desarrollando según lo planificado, aunque con pequeños cambios: a comienzos del 2012, debido a la situación volátil y la explosión de una bomba en un puesto de inteligencia en Damasco, se incrementó el temor entre la población local e hizo que tanto las familias iraquíes como el personal de Caritas pidieran al director de Caritas que las actividades se realizaran en domingo en lugar de en viernes, al ser éste un día de mayor riesgo por ser más común entre la mayoría de instituciones públicas y privadas del país.

Por otra parte, enero fue testigo del inicio del programa de atención médica, con el objetivo de proporcionar a la población iraquí una cobertura sanitaria adecuada y asequible mediante un acuerdo entre Caritas y 10 médicos en diferentes especialidades.

Además, el miércoles, 25 de enero, Caritas distribuyó el primer paquete de artículos no alimenticios entre cerca de 80 familias, consistente en mantas y un calentador. Estas ayudas llegan en el momento apropiado, debido a que el invierno en la capital es especialmente duro por su clima desértico. Por otro lado, por el hecho de que los cortes de electricidad sean muy frecuentes en Siria y duren más de 6 horas, el Gobierno está tomando medidas para adaptar el bloqueo que sufre el país y atender su necesidad de economizar energía eléctrica tanto como sea posible.

Asimismo, los estudiantes iraquíes se enfrentan a otra gran dificultad. Al huir de Iraq, la mayoría de ellos no tuvieron tiempo para pedir sus certificaciones de escuela exigidos por el Gobierno sirio a fin de conceder a los alumnos los títulos oficiales G9 y G12. Gracias al proyecto que desarrollan FPSC y Caritas, se imparte clases para esos estudiantes: el Gobierno ha admitido a los alumnos para los exámenes oficiales, aunque aplace la entrega de los diplomas correspondientes hasta que se realice la entrega pertinente de certificaciones de Iraq.

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