Jerusalén Este es una de las zonas con menores oportunidades de desarrollo para la población palestina. Su baja tasa de participación laboral es especialmente grave en el caso de grupos sociales más vulnerables como, por ejemplo, el de los jóvenes. Así, la educación y la formación se convierten en instrumentos clave para hacer frente a esta situación e impulsar el desarrollo económico y social en la región.
Aseel Ju’Beh y Ahmad Mashahreh son dos jóvenes que viven en Jerusalén Este. Personalmente, ellos sufrieron esta inestabilidad y la falta de acceso a una educación y formación de calidad hasta que, por fin, tuvieron una oportunidad para capacitarse y cambiar el rumbo de sus vidas y, con él, el de las comunidades a las que pertenecen.
EFTP en agricultura urbana
En 2023 iniciamos un proyecto en la región junto con nuestros socios locales, Agricultural Development Association (PARC) y The Lutheran World Federation (LWF), y con la financiación de la AECID, para apoyar a jóvenes como ellos en su preparación como profesionales en el sector de la agricultura urbana.
De esta forma, Aseel y Ahmad, y otros muchos jóvenes, han podido acceder a esta iniciativa de educación y formación técnica profesional (EFTP) con la que pretendemos contribuir a reducir la vulnerabilidad de los grupos sociales vulnerables, mejorando la empleabilidad y la creación de empleo.
Las experiencias de Aseel y Ahmad
Hacía ya tiempo que Aseel tenía en mente emprender su propio proyecto agrícola, pero reconoce que “uno de los principales desafíos que tuve que enfrentar fue mantenerlo en medio de las difíciles condiciones económicas en Jerusalén”. De esta manera, cuando vio el anuncio de esta iniciativa que desarrollamos decidió aprovechar esta oportunidad: “mi deseo de iniciar un proyecto agrícola económico en Jerusalén me motivó a unirme”. Aseel reconoce que las sesiones de formación en las que ha participado le han permitido adquirir “importantes conocimientos científicos, especialmente en el ámbito de la hidroponía”. Así, se muestra agradecida y confiada en que esta capacitación, en definitiva, le permitirá mejorar su preparación profesional y desarrollar las habilidades necesarias para consolidar su trabajo.
“Antes de unirme a este proyecto, trabajaba en el campo de la hidroponía y el paisajismo, pero carecía de la formación académica necesaria para seguir creciendo profesionalmente” confiesa el joven Ahmad. “Si bien podía leer los planos y dibujos proporcionados por los clientes, necesitaba la ayuda de los ingenieros cuando estos planos no estaban disponibles”. Cuando Ahmad conoció el proyecto y accedió a él, pudo participar en varias sesiones de formación a través de las cuales adquirió la experiencia profesional y el conocimiento científico que necesitaba. “Cada día de formación pude aprender algo nuevo y, poco a poco, mejoraron significativamente mis habilidades” explica. “Creo que poder acceder a esta oportunidad de formación y educación me ha dotado de unos conocimientos y unas habilidades increíbles que me ayudarán a hacer avanzar significativamente en mi carrera y me permitirán compartir mi experiencia con otras personas que se encuentran en situaciones similares a la que me encontraba yo previamente” dice Ahmad, quien admite sentirse “profundamente agradecido”.
Día Internacional de la Educación
Hoy, 24 de enero, celebramos el Día Internacional de la Educación, un hito muy importante en el calendario anual que nos hace recordar y reivindicar que la educación es un derecho humano, un bien público y una responsabilidad colectiva.
Garantizar el acceso a una educación de calidad, inclusiva y equitativa, así como promocionar las oportunidades de aprendizaje y formación para todos y todas es un paso indispensable para alcanzar un futuro de paz y el desarrollo sostenible en todas las naciones y pueblos.