7 abril, 2009
Entrevista en Popular TV a Félix Sánchez, investigador del Centro de Estudios de Oriente Medio

Desayuno informativo presentado por Ana Moreno,

Jueves 2 de abril de 2009.

 

Netanyahu toma posesión: 30 ministros en su ejecutivo, Netanyahu Presidente, y Liberman, Ministro de Asuntos Exteriores, ¿qué valoración podemos hacer?

La valoración que podemos hacer no es sólo que efectivamente se trata del Gobierno y gabinete más numeroso en su historia -30 ministros, 7 vice-primeros ministros-, el punto clave es que se trata del Gobierno más de ultraderecha que Israel ha tenido a lo largo de su historia. Y no solamente esto, sino que ha supuesto un giro global hacia la derecha en Israel. Por ejemplo, el propio partido Kadima, de centro, también ha virado a la derecha en algunos de sus miembros, como Shaoul Mofaz. Esto también plantea lo siguiente: si pensamos en cómo se creó Kadima (nació tras el colapso de Oslo y sobre las bases del plan de convergencia de Ariel Sharon, que contemplaba un plan para la desconexión de Gaza y la retirada unilateral de Gaza y en un futuro de Cisjordania), ante el fracaso de este plan, puesto que los bombardeos han continuado, Kadima se encuentra en un momento de crisis existencial respecto a sus ideas originarias.

Bueno, una de las cuestiones quizá más preocupantes es que ayer Netanyahu eludió comprometerse a ese acuerdo de Annapolis, y Lieberman dijo directamente que esos acuerdos no tienen validez, ¿qué podemos esperar de estas reacciones?, ¿era esperable que reaccionarían así?

Efectivamente lo que cabe plantearse en este conflicto tan largo es si existe ahora mismo una voluntad por parte de Israel de implementar el proceso de paz, que se inició con la resolución 181 del CSNU del año 47 y que se prolonga con los acuerdos de Annapolis. En mi opinión ahora mismo a Israel no le interesa el proceso de paz, porque de alguna manera incluso podría comprometer sus propios intereses y podría ir en detrimento suyo. Una prueba de ello ha sido cómo se ha formado este Gobierno. Están en el poder aquellos que se oponen al proceso de paz y abogan más bien por centrarse en sus dos frentes principales: uno es el conflicto con los palestinos desde unas claves puramente militaristas y securitarias, de protección de su población civil, y el otro punto principal a mí me parece que es el conflicto o la amenaza que sufre Israel por parte de Irán. Pienso que aquí lo que se plantea de fondo respecto al caso de Irán es una vía de capitulación, es decir, de salida de este atolladero vía Siria, o una vía de escalada de violencia mediante la confrontación directa con Irán.

Bueno, de todas maneras tenemos una reacción ya, que es la de Irán, que ha anunciado que habrá más guerra si se mantiene con esta política de no reconocer Annapolis, de no reconocer un Gobierno, un Estado palestino.  

Por una parte, si nos fijamos ahora en la población palestina, nos damos cuenta de que hay una escisión que ya se puso de manifiesto, con la última ofensiva de Gaza, entre Hamás y la ANP (está siendo costosa la llamada a la reconciliación nacional del Presidente de la ANP, Mahmud Abbas), y haciendo un análisis un poco más profundo, de alguna manera, lo que se pone manifiesto es que en el conflicto palestino-israelí opera la lógica de una dialéctica autodestructora…

Pero, ¿qué podemos esperar de Israel frente a Hamás, ante estas declaraciones?

Sinceramente es difícil saber qué va a ocurrir en el futuro. Lo que está claro es que no va a haber muchas facilidades para el proceso de paz a la luz de las propias declaraciones de Lieberman, que rechaza de pleno la solución de los dos Estados y el proceso de paz, y se enfoca más bien en la amenaza de paz y, por otro lado, en la crisis económica. Han sido como los dos puntos clave. Entonces pienso que va a seguir congelado.

Sin embargo, la comunidad internacional, empezando por EEUU, ha manifestado que ellos defienden y respaldan los acuerdos de Annapolis, y de hecho EEUU, que es un gran aliado de Israel, decía que esperaba que se cumpliera, efectivamente, que es lo que ellos reconocen, ¿qué podemos esperar de EEUU?, ¿forzará a Israel a cumplir con estos acuerdos, o no lo hará?

Sin duda, el papel de la comunidad internacional, y en este caso de EEUU, es fundamental, sobre todo porque la situación interna ahora mismo es tan compleja, todo está tan paralizado, que pienso que por ellos mismos la salida y la implementación del proceso de paz ahora es imposible, por lo que decía antes, porque opera la lógica de una dialéctica autodestructiva. Por el lado de Israel, que es un Estado que se ha militarizado, la lógica de la DISUASIÓN: dar un golpe fuerte a los palestinos, restaurar la imagen de invencibilidad de su ejército que sirva como advertencia a aquellos regímenes de la región que amenazan su existencia, sobre todo Irán. Y por el lado palestino, la lógica reaccionaria de la RESISTENCIA a esa política de la disuasión israelí. Entonces, tenemos una espiral de violencia de la que sólo se puede salir con la ayuda de agentes externos tan importantes como EEUU. Por otra parte, pienso que el papel que juega ahí la sociedad civil es crucial. Nosotros, por ejemplo, ahora con esta última crisis de Gaza, organizamos una campaña para la reconstrucción de esa zona desde la READI, Red Euro-árabe de ONG para el Desarrollo y la Integración, contando con la ayuda de más de 10 organizaciones palestinas que trabajan y tienen una antena en Gaza, y que tienen la ventaja añadida de ser ellos quienes canalizan la ayuda –este punto es importante porque la comunidad internacional en su plan para la reconstrucción de Gaza teme que el dinero sea canalizado por Hamás-.

 

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