Frente a los múltiples desafíos económicos y laborales que enfrenta la sociedad palestina, con limitaciones diarias en el acceso a la tierra, los mercados y las oportunidades de subsistencia, la Fundación Promoción Social viene trabajando desde hace más de 25 años en el desarrollo de estrategias que aseguren un crecimiento inclusivo, resiliente y sostenible en Palestina. Su trabajo abarca desde intervenciones para aumentar la productividad y diversificar productos hasta mejorar las prácticas de gestión empresarial.
Con este objetivo, actualmente, desarrolla dos iniciativas gracias al apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), y junto con sus socios locales Agricultural Development Association (PARC), Lutheran World Federation Jerusalem Program (LWF) y Rural Women’s Development Society (RWDS).
En Jerusalén Este, una de las zonas con menores oportunidades de desarrollo, la Fundación está desarrollando un proyecto piloto centrado en la educación y formación técnica profesional (EFTP), específicamente orientada a la agricultura urbana. La iniciativa busca proporcionar competencias profesionales de calidad a jóvenes, especialmente mujeres, con el objetivo de mejorar su empleabilidad y fomentar emprendimientos sostenibles en una región donde la participación laboral es baja y existen estereotipos de género. A su vez, el proyecto contribuye a escalar la intervención a través de la creación de nuevos currículos formativos, la capacitación de personal formador y la certificación de profesionales cualificados en Jerusalén Este.
Asimismo, a través del convenio «Hacia una agricultura verde en Palestina», se aborda la realidad de la población rural, especialmente en Cisjordania, donde la economía es débil, improductiva y dependiente de importaciones. El convenio se enfoca en el desarrollo agrícola y la creación de oportunidades de empleo en condiciones de igualdad, considerando la adaptación al cambio climático y promoviendo la economía circular.
Ambas iniciativas convergen en la búsqueda de un crecimiento económico inclusivo, resiliente y sostenible en Palestina, abordando las limitaciones económicas, laborales y de género en diferentes contextos, desde la agricultura urbana en Jerusalén Este hasta la promoción de una agricultura verde a nivel nacional.
Además, ahora más que nunca, la necesidad de apoyar con acciones el fomento del empleo decente con jóvenes se vuelve aún más crucial para contribuir de forma activa a mecanismos de respuesta futura, considerando el nexo entre acción humanitaria, asistencia al desarrollo y la consolidación de la paz en Palestina.