Nos dirigimos a todos para transmitiros nuestros mejores deseos en estos días y para el nuevo año 2021.
El 2020 ha sido un año extremadamente difícil con la irrupción de la pandemia, pero también nos ha permitido ser testigos de cómo en estos tiempos de grave crisis sanitaria y alarma social afloran con gran fuerza también los gestos de solidaridad.
Se presenta un momento propicio para volver la mirada hacia quienes más lo necesitan y se pone en valor la dignidad de cada ser humano.
El COVID-19 no viene sino a agravar la situación preexistente de vulnerabilidad y falta de derechos de muchas personas en el mundo. Por ello, nos sentimos muy cerca de todas las personas titulares de derechos de nuestros proyectos y nuestro compromiso hacia ellas, a través de nuestro trabajo, es inquebrantable.
En esta Navidad fijamos nuestra mirada en Líbano, un país que con carácter previo a la aparición del COVID-19 sufría el azote de una crisis económica muy grave y que, a raíz de la explosión del 4 de agosto, necesita más que nunca la ayuda exterior para salir adelante.
La parte cristiana de la ciudad ha sido la más afectada por la deflagración, y desde la Fundación, en estos días, queremos dar respuesta a la necesidad de tres parroquias, San Miguel, San Antonio y San José, que han sufrido graves destrozos y que necesitan trabajos de reconstrucción y rehabilitación para continuar su labor, no sólo pastoral, sino de acción social dirigida a todos en su entorno.
A pesar del distanciamiento necesario en estos días, en la Fundación sentimos todo vuestro apoyo y os invitamos a conocer más a fondo nuestra campaña “Esta Navidad, ilumina Beirut” y a colaborar con nosotros.
Mediante nuestra contribución, promoveremos el equilibrio y convivencia entre personas de distintos credos y favorecemos la libertad religiosa en Oriente Medio.