26 junio, 2024
La contribución de Zaid al desarrollo de la agricultura urbana en Palestina

Además de las enormes complejidades que impone la situación actual marcada por el conflicto en la cercana Gaza, Cisjordania arrastra una serie de dificultades que, lamentablemente, le son características. Jerusalén Este, en concreto, es una de las zonas con menores oportunidades de desarrollo para la población palestina. Presenta la tasa con menor paro de Cisjordania (6,5%) y, sin embargo, también la de menor participación laboral (35,9%). En este contexto, la educación y formación técnica profesional (EFTP) es clave para el desarrollo social y económico.

Por ello, en la actualidad estamos ejecutando un proyecto dirigido población joven -en especial mujeres-, financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Este proyecto se lleva a cabo en colaboración con nuestros socios locales, Agricultural Development Association (PARC) y Lutheran World Federation (LWF), con el objetivo de probar cómo la educación y formación técnica y profesional (EFTP) orientada a la agricultura urbana puede reducir la vulnerabilidad de los grupos sociales excluidos y mejorar la empleabilidad y la creación de empleo.

Zaid Mostafa es uno de los jóvenes cisjordanos que participan en este proyecto, lo que le está permitiendo capacitarse y desarrollarse profesionalmente en el ámbito de la topografía. Antes de formar parte de esta iniciativa, Zaid recuerda que “las oportunidades laborales eran inconsistentes e inestables en el campo de la topografía”. Además de sus esfuerzos por dedicarse a ello, cuenta que su familia y él criaban varias ovejas, aves y caballos en su casa, teniendo que asumir la costosa dificultad de alimentarles.

El descubrimiento de la hidroponía

Motivado por los desafíos que planteaban el elevado precio de los alimentos de los animales y la falta de espacio en su casa para poder sembrarlo directamente, Zaid decidió buscar soluciones para hacer frente a esta situación. De esta forma, se informó y descubrió la planta de azolla y su enorme potencial.

La azolla se cultiva en agua y presenta una gran capacidad de adaptación a diferentes condiciones climáticas. Además, esta planta sirve como alimento para animales y como fertilizante orgánico. “Seguí buscando y profundizando en el tema del brote de cebada sin plantarla en el suelo, lo que me llevó a descubrir la técnica de hidroponía, o cultivo en agua”, explica Zaid.

En paralelo, este joven recibió el mensaje de un amigo en el que se refería a un anuncio sobre nuestro proyecto, “Y así fue cómo me registré inmediatamente, sin dudarlo”. De esta manera, Zaid comenzó a formarse profesionalmente. En primer lugar, recibió capacitaciones que le ayudaron a fortalecer, en general, sus habilidades personales y profesionales, haciendo hincapié en la importancia de mantener una actitud proactiva y en la búsqueda de soluciones de manera independiente.

“En cuanto a la hidroponía, he aprendido mucho sobre un nuevo ámbito y he descubierto muchos detalles que me serán de gran utilidad para comenzar un nuevo proyecto”, detalla Zaid, quien también desvela que comenzará a trabajar en un establecimiento especializado en hidroponía. De este modo, espera que esta oportunidad le brinde futuras alternativas laborales importantes, además de una fuente de ingresos estable.

Así, Zaid confía también en contribuir a la mejora de las condiciones de vida de su familia y su comunidad, así como al cuidado del medio ambiente. “Quiero ayudar a otras personas que tienen una situación similar, compartiendo los conocimientos y experiencias que estoy adquiriendo en el marco de este convenio”, declara Zaid.

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