La superación de la situación de vulnerabilidad nutricional y social que padece la población kaqchikel de Vista Bella, en Guatemala, comienza a ser una realidad, gracias al papel fundamental que 30 familias están jugando en la mejora de su seguridad alimentaria y la salud integral en sus propios hogares.
Estos avances se están consiguiendo a través de proyecto que desarrollamos en esta zona, en colaboración con la Fundación para el Desarrollo Integral (FUDI) y con el apoyo financiero de la Fundación ADEY. Sus actividades están orientadas a impulsar la capacitación y la adquisición de habilidades relacionadas con el fomento de hábitos de salud, nutrición e higiene, convirtiendo a las familias en agentes de transformación. También hace hincapié en el fortalecimiento del rol de las mujeres en la toma de decisiones relacionadas con su propia salud nutricional y la de sus hijos/as.
El fin último es garantizar una alimentación adecuada y sostenible de familias en situación de vulnerabilidad social y económica, poniendo especial atención en las mujeres y los/as niños/as menores de 5 años.
Para lograrlo, entre las actividades realizadas hasta la fecha, destaca la celebración de capacitaciones bimensuales que abordan temas de salud, nutrición, sensibilización y desarrollo de buenas prácticas alimentarias, higiene personal y saneamiento del hogar y ambiental. Así, se han tratado dos temas fundamentales para la nutrición y el crecimiento saludables de menores de 5 años, relacionados con la alimentación complementaria para bebés de 6 meses en adelante y con la nutrición afectiva.
Del mismo modo, han tenido lugar 2 jornadas médico-nutricionales en las que se ha atendido a los menores de 5 años de las 30 familias participantes en el proyecto. En ellas, se les ha pesado y medido y han sido atendidos nutricional y médicamente. Además, las familias han recibido multivitamínicos, insumos de recuperación nutricional y medicamentos.
Por otra parte, se han celebrado talleres de estimulación temprana en los que padres y madres han participado activamente, capacitándose para mejorar el desarrollo cognitivo, motriz y psico-socioemocional de sus hijos/as de hasta 4 años de edad.
Estos avances no solo evidencian un progreso tangible en la seguridad alimentaria y la salud integral en Vista Bella, sino también el poder de una comunidad para lograrlo, a través de su compromiso y determinación.