7 octubre, 2015
Más de 90 profesionales de toda España del ámbito social y de la salud participan en las Jornadas sobre Menores y Violencia Sexual celebradas en El Puerto de Santa María

La entrada en vigor de la Ley orgánica de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia establece un nuevo marco de derechos de los menores en España.

La ley contiene avances para la protección de los menores tanto en la fase de investigación de casos de violencia sexual, como de instrucción del sumario  y en la fase del juicio.

Incorpora muchas novedades, entre ellas la prevención de la violencia ejercida a través de Internet y las nuevas tecnologías, donde se contempla el delito de abuso sexual sin contacto cuando se le propone al menor un encuentro o participar en un acto sexual a través de estos medios, y el acceso por parte de entidades educativas y de ocio a un registro de pederastas para evitar su contratación, así como la prevención de la violencia entre iguales.

Estas han sido algunas de las reflexiones expuestas en el marco del las Jornadas Nacionales “Del daño a la recuperación en los menores víctimas de violencia sexual y sus familias”, en la localidad de El Puerto de Santa María, en el Centro Cívico Augusto Tolón, durante los días 1 y 2 de octubre. Dichas jornadas fueron organizadas por el Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, la Fundación Márgenes y Vínculos, la Fundación Promoción Social de la Cultura y la Diputación Provincial de Cádiz, y contaron con la colaboración activa del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, la Junta de Andalucía y la empresa municipal El Puerto Global.

Las jornadas estuvieron dirigidas a un público integrado por profesionales que trabajan directamente con menores, en el ámbito social y de la salud, venidos de toda Andalucía y de otros puntos de España como Barcelona, Madrid y Canarias.

Durante el primer día tuvo lugar la sesión de apertura de las Jornadas a cargo del Alcalde del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, David de la Encina Ortega, la Delegada de Igualdad y Bienestar Social de la Diputación Provincial de Cádiz, Isabel Armario Correa, la Concejala de Participación Ciudadana, Igualdad y Políticas Transversales del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, Matilde Roselló del Castillo, el Presidente de la Fundación Márgenes y Vínculos, Francisco Mena de Mira, y la Directora General de la Fundación Promoción Social de la Cultura, María Beamonte Sáez.

A continuación se abordó la cuestión de “qué entendemos por violencia sexual contra menores y cómo detectarla” a través de la ponencia de Eva González Ortega, Dra. En Psicología y experta en sexualidad e infancia y adolescencia de la Universidad de Salamanca, quien entre otros aspectos subrayó que hay dos componentes imprescindibles para que exista abuso sexual de un menor: la asimetría de edad entre la víctima y quien abusa, y la coerción. También resaltó que en un tercio de los casos detectados, el agresor es un menor.

Tras esta sesión tuvo lugar la conferencia «Intervención desde el punto de vista sanitario ante la violencia sexual a menores” por parte de Jesús García Pérez, Presidente de la Sociedad Española de Pediatría Social.

En ella indicó que para el equipo sanitario encargado de explorar al menor para obtener pruebas médicas del abuso, el único interés debe ser el bienestar del menor, esta intervención nunca debe realizarse en dependencias policiales, y siempre que sea posible el pediatra o ginecólogo debería ser una mujer.

Expuso que además la importancia de dar un refuerzo positivo al menor durante el proceso para que ayude a esclarecer lo ocurrido, hay que quitarle el sentimiento de culpa y reducir su miedo al agresor y observar el lenguaje no formal; a veces los silencios son más elocuentes que el lenguaje verbal.

A continuación Víctor Sancha Mata, Jefe de Servicio del Área de Seguimiento de la Subdirección General de Infancia del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad abordó el tema de “políticas nacionales en protección a la infancia de la violencia sexual”, explicó que un total de 3.364 menores de edad fueron víctimas de delitos contra la libertad sexual en España entre 2013 y 2015, doce niños y niñas fueron asesinados, y 38.495 fueron víctimas de algún delito o falta penal, y destacó la reforma del Código Penal para incluir las directivas europeas que obligan a los estados miembros a endurecer las sanciones penales en materia de lucha contra los abusos sexuales, la explotación sexual de menores y la pornografía infantil.


Durante la tarde dio comienzo la mesa redonda sobre “buenas prácticas en la intervención judicial con menores víctimas de violencia sexual”, moderada por Mª del Mar Requena Sanjuán, Coordinadora y Psicóloga del equipo de evaluación y tratamiento de menores víctimas de violencia sexual de Granada, que contó con la participación de Sandra Millán Madera, Coordinadora del Servicio de Asistencia a Víctimas de Sevilla (SAVA), María Teresa Soriano Villanueva, Fiscal de la Fiscalía de Menores de Málaga, Mª del Pilar Hidalgo Figueroa, Jefa de Servicio de Prevención y Apoyo a la Infancia de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, y Virginia Romero Romero, de la Asociación Andaluza para la Defensa de la Infancia y la Prevención del Maltrato Infantil (ADIMA).

Durante esta mesa, abierta a la participación de los profesionales asistentes, la fiscal de Menores de Málaga dijo que comprendía lo difícil que lo tienen los equipos de evaluación, diagnóstico y tratamiento cuando trabajan con un menor del que ha abusado un padre o un tío, y la madre no quiere denunciar el caso.

La experiencia demuestra, puntualizó, que la mayor parte de los actos de violencia sexual contra menores se cometen en el ámbito familiar más cercano, e instó a grabar todas las pruebas con los menores para evitar la victimización secundaria, es decir, los daños psicológicos derivados de la necesidad de repetir su testimonio ante la policía, los servicios sociales, el fiscal o el juez.

Durante la mañana de la segunda jornada, se celebró la mesa redonda “El menor como víctima de maltrato y violencia sexual en el uso de las TIC y la importancia de su diagnóstico”. Dicha sesión estuvo moderada por José Luis Zatarain, Director de Comunicación y Voluntariado de la FPSC y coordinador de los programas de infancia, y durante varios años Director de Proyectos de sensibilización de PROTÉGELES y miembro del Comité de Dirección de INSAFE, y contó con la participación de Ana Luiza Rotta, durante más de diez años, Directora de Proyectos en la ONG Protégeles y Ex-Presidenta de la Red Internacional INHOPE, Agnieszka Wrzesien-Gandolfo, experta en Menores y TIC, y que fue Coordinadora de Proyectos Educativos y de las Líneas de ayuda dentro del Centro de Internet Seguro en Polonia, María Salmerón Ruiz, Pediatra de la Unidad de Medicina de la Adolescencia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, y Celia Nevado Fernández, Dra. en Psicología y Directora de programas de Intervención con menores víctimas de violencia sexual y Menores que ejercen violencia en Andalucía y Extremadura de la Fundación Márgenes y Vínculos.

Durante la sesión se abordaron fenómenos como el de el “cyber-Bullying” o ciberacoso escolar, el “grooming”, abuso sexual perpetrado por un adulto a un menor, el “sexting”, cuando los menores publican imágenes o contenidos sexuales explícitos, los sitios y foros pro-ANA (anorexia), pro-MIA (bulimia) y Self-Harm (autolesiones). Se analizaron los riesgos, los efectos sobre las víctimas, las motivaciones de los jóvenes incurriendo en prácticas de riesgo y la forma de prevenirlos. Se destacó la diferente respuesta de los centros escolares ante situaciones de acoso escolar y ciberacoso y la necesidad de la mediación.


Ana Luiza Rotta subrayó que no cabe hablar de pornografía infantil sino de imágenes de menores abusados sexualmente, y se ha de sensibilizar sobre el hecho de que mientras no se detiene a los abusadores, el menor sigue siendo violentado. Para que las operaciones policiales acaben con éxito es muy importante la denuncia de los ciudadanos a las fuerzas del orden y la colaboración internacional a través de las líneas de denuncia anónima contra la pornografía infantil.

Agniezska Wrzesien expuso la importancia de las campañas de sensibilización como vía de prevención de abusos a través de la red o conductas dañinas por parte de menores. Ofreció diferentes ejemplos en Polonia y destacó el hecho de que en su país las materias de empoderamiento de los menores en el uso de las TIC han sido incluidas en el currículo dentro del sistema educativo.


María Salmerón ofreció información acerca de las patologías y problemas derivados de un mal uso de las nuevas tecnologías, que observa en sus pacientes en el ejercicio de su profesión como pediatra en materia de prevención, diagnóstico y tratamiento del ciberacoso, que en la mayoría de los casos guardan relación con los problemas en el ámbito familiar y de la escuela.

Afirmó que la familia ya no es el primer grupo de referencia para un adolescente, que ahora es el  grupo al que pertenece en la red. Añadió que son incapaces de entender que lo que hacen en Internet luego puede tener consecuencias perjudiciales. Explicó que la parte frontal del cerebro, la que ejerce control sobre los impulsos y emociones no está terminada de formar en un adolescente y a eso se añade la ebullición de su hormonas, por eso están siempre dispuestos a correr riesgos de los que no son conscientes. “Siempre les digo a los padres que no se trata de prohibir, sino de que aprendan las nuevas tecnologías, pierdan el miedo e interactúen con sus hijos a través de ellas para así poder tener un mejor control”, afirmó la pediatra.

Celia Nevado, que por la tarde ofreció una conferencia sobre “los agresores sexuales: por qué agreden y cómo intervenir precozmente”, explicó que es normal en el carácter de los adolescentes la búsqueda de nuevas sensaciones y acercarse al riesgo, pero añadió que Internet y las nuevas tecnologías son un instrumento que mal usado puede convertirlos en víctimas o en agresores. Añadió que la constante creación y difusión de nuevas aplicaciones hace que a los adultos les cueste seguir el uso que de ellas hacen los menores, que tienen más facilidad para adaptarse y utilizarlas.

A continuación tuvo lugar la mesa redonda con el título “Caminando hacia la recuperación: El proceso de intervención psicosocial en las víctimas de violencia sexual”. Estuvo moderada por Rosalía Serrano Risueño, Coordinadora y Psicóloga del equipo de evaluación y tratamiento de Menores víctimas de violencia sexual de Jaén, y contó con la participación de Carmen Manuel de Vicente, Psicóloga Clínica de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil de Cádiz, y Mª Ángeles de la Cruz Fortún, Dra. Y Psicóloga del Centro de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales (CAVAS) de Madrid.

Carmen de Manuel Vicente afirmó que las madres de los menores agredidos son víctimas secundarias de la violencia sufrida con sus hijos o hijas. Quiso romper así el mito que tiende a culpabilizar a la madre cuando un padre ejerce violencia sexual contra su hija y la gente hace corresponsable a la madre, acusándola de no haberse dado cuenta o de no haber hecho nada para evitarlo.


“No vamos a negar que existen algunas madres cómplices o negligentes, pero son muchas más las que quieren ayudar a sus hijos”. Es necesario re-conceptualizar el rol de la madre como víctima secundaria de la violencia sexual ejercida contra su hijo y que a ella también hay que recuperarla, porque además su apoyo en el proceso de recuperación del niño es fundamental. Añadió que el apoyo materno es el factor más significativo y que es necesario disponer de un espacio específico para la terapia con las madres, ofreciéndoles apoyo, reforzando su capacidad protectora y creando las condiciones favorables para su recuperación y la de su hijo.

María Ángeles de la Cruz explicó lo importante que en la terapia con niños víctimas de violencia sexual es restaurar el apego que tenían con sus figuras de referencia, con sus seres queridos. Un niño del que abusa un padre sufre una ruptura total de su mundo, y hay que devolvérselo, restaurarle el mundo perdido creando nuevos vínculos, nuevo apego con las personas de su entorno. De la Cruz también quiso destruir el falso mito de la madre culpable o culpabilizada y aseguró: “El único culpable es el abusador”.


Las jornadas finalizaron con una mesa de trabajo sobre “buenas prácticas en la asistencia coordinada en violencia sexual contra menores”, y en ella participaron Mª Jesús Orihuela, Coordinadora y Psicóloga del Equipo de Evaluación y Tratamiento de Menores Víctimas de Violencia Sexual de Cádiz, Pilar Rivas Lobo, Psicóloga del Equipo de Tratamiento Familiar de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de El Puerto de Santa María, y Ana Varela Domínguez, Psicóloga del Equipo Medidas Estables del Sistema de Protección de Menores de la Delegación Territorial de Igualdad de Políticas Sociales de Cádiz de la Junta de Andalucía.

Todas las ponencias y mesas redondas fueron seguidas de un espacio de debate y diálogo, con una participación activa por parte del público. Para dar cobertura a los debates, se contó con la inmejorable ayuda de jóvenes con discapacidad intelectual pertenecientes a FEPROAMI.

Durante la jornada del 2 de octubre todos los presentes se adhirieron al manifiesto, presentado en esa fecha, por una promoción de la protección y el buen trato de la infancia en España, promovido por EDUCO y 52 organizaciones de infancia, entre ellas la Fundación Márgenes y Vínculos.

Toda la información sobre las Jornadas se encuentra en la web: www.infanciasinviolenciaeps.com 

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