5 junio, 2020
Paliar los efectos del cambio climático y de la pérdida de biodiversidad en los países donde trabajamos es crucial

Celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente, dedicado en esta edición a la preservación de la biodiversidad.

El cambio climático es una de las principales causas de pérdida de la biodiversidad en el mundo, junto con la pérdida de hábitats, la sobreexplotación, la contaminación y las especies exóticas invasoras.

La pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.

Y es por ello, que para la fundación, en el contexto actual de la crisis global generada por el COVID-19, nuestro trabajo en países como Palestina y Etiopía de cara a combatir los efectos del cambio climático y garantizar a través del desarrollo agrario, los recursos agrícolas y la seguridad alimentaria a esta población, es una prioridad.

Fundación Promoción Social trabaja en dos convenios, en Palestina y Etiopía, financiados por AECID, para paliar los efectos del cambio climático promoviendo además el desarrollo rural con un enfoque de derechos humanos y género.

Palestina

Dentro del Convenio, aparte de fomentar la adopción de prácticas de utilización sostenible y eficiente de los recursos hídricos para la agricultura, uno de los objetivos específicos es el de la aplicación de energía limpia y adaptación al cambio climático, tanto en Gaza como en Cisjordania.

Formamos a técnicos/as locales en el campo de la energía solar en colaboración con el Centro de Investigaciones Energéticas de la Universidad de An Najah.

Promovemos la investigación y transferencia de conocimiento, más específicamente, convirtiendo el residuo de las almazaras procedente de la obtención de aceite, en un recurso energético más limpio (biomasa) e innovando en el tratamiento del residuo solido (agua con los restos del aceite), que es altamente contaminante, para evitar que sea vertido de nuevo y se produzca filtración.

Etiopía

En Etiopía los efectos del cambio climático y los desastres naturales limitan el acceso de la población rural a los recursos y capacidades que les permiten hacer frente a una inseguridad alimentaria recurrente.

El Convenio aborda esta problemática y busca contribuir a la disponibilidad de recursos productivos y la gestión sostenible de ellos, mediante la provisión de infraestructura de captación, distribución (riego) y almacenamiento de agua de lluvia y subterránea para uso agrícola; la capacitación en el uso de técnicas de producción agrícola eficientes y sostenibles (cultivos intercalados, agroforestería, vermicultura); el suministro de insumos de calidad (semillas mejoradas, biofertilizantes) y maquinaria agrícola adaptada, y en la conservación de pasturas y bancos de forraje, para el aumento de la producción ganadera y lechera.

Uno de los aspectos principales es la recuperación sostenible del medio ambiente local de los impactos del cambio climático y los desastres naturales, mediante la reducción de la erosión mediante medidas físicas, biológicas y mecánicas; la recuperación de áreas degradadas a través de campañas de reforestación con especies autóctonas y el aumento de la biodiversidad mediante la reintroducción de especies adaptadas y la creación de un vivero y un banco de semillas.

 

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