El pasado mes de marzo comenzó un proyecto en Guatemala, realizado en consorcio con el socio local Fundación para el Desarrollo Integral (FUDI) y financiado por el Ayuntamiento de Madrid, con el objetivo de mejorar el acceso al derecho a la alimentación adecuada y sostenible de la población rural de Joya Grande (Zaragoza, Chimaltenango) con especial atención a la población indígena.
Transcurridos los primeros 9 meses de ejecución, se han llevado a cabo diversas actividades para incrementar la disponibilidad de alimentos variados y ricos en nutrientes para el autoconsumo y en el mercado local, así como el nivel de ingresos de las familias.
De esta forma, se han realizado capacitaciones para aumentar las habilidades técnicas (con un fuerte componente de empoderamiento de las mujeres, para promover su autonomía), como prácticas sostenibles para gestión de agua, cultivos y suelos. Hasta el momento, 85 familias han iniciado su capacitación en las actividades de producción agrícola, 29 familias en las actividades de hongo ostra y 16 familias en las actividades de granjas avícolas.
Asimismo, se han iniciado diversos proyectos productivos, y en el primer mes de producción se han recolectado 425 huevos en cada granja avícola (un promedio de 15 huevos diarios), comercializándose el 80% de estos, y destinando el 20% restante al consumo familiar. Igualmente, se ha producido un primer ciclo de hongos ostra, destinándose el 50% del mismo al consumo familiar y comercializándose el 50% restante. También se han puesto en marcha proyectos agrícolas, iniciándose la producción de pepino.
Gracias a esto, las familias vinculadas a la producción de huevos han incrementado sus ingresos en 27,51% y las vinculadas a la producción de hongos lo han hecho en un 19,17%.
Mediante estas iniciativas, junto a actividades relacionadas con la educación en salud y nutrición, como talleres de estimulación temprana para un adecuado desarrollo de los niños y las niñas acorde a su edad y consultas nutricionales sobre alimentación saludable, con visitas domiciliarias para confirmar la adquisición de la formación médico-nutricional, se ha logrado que la población infantil mejore su alimentación rica en nutrientes, ayudando a reducir la desnutrición crónica.
Además, se ha trabajado en el fortalecimiento de las capacidades organizativas, participativas y de gestión de toda la comunidad, creándose alianzas con instituciones públicas para facilitar el desarrollo integral del proyecto como el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación del municipio de Zargoza o con la Defensoría de la Mujer, que se ha involucrado además en las capacitaciones dirigidas a las mujeres participantes y en los talleres impartidos al profesorado (“Talleres de Derechos Humanos”) y a las autoridades de la Comisión Municipal de Seguridad Alimentaria y Nutricional (COMUSAN) (“Taller alto a la violencia”). Además, se han conformado Juntas Directivas, con una alta representación de mujeres, que ha facilitado la organización de las capacitaciones y talleres, y ayudan a empoderar a sus miembros como tomadores de decisiones.