10 octubre, 2019
Sensibilización de jóvenes libaneses en prevención de problemas de salud mental

El Día Mundial de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre, es una oportunidad para concienciar y movilizar a la población acerca de cuestiones relativas a la salud mental. En esta ocasión, la jornada se centra en la prevención del suicidio.

Queremos en ocasión de este día recordar que son miles de personas refugiadas sirias las que sufren problemas de salud mental provocados por la guerra y el itinerario por el que, junto a sus familias, se han visto obligados a transitar.

La concienciación y sensibilización para evitar la discriminación de personas que sufren problemas de salud mental, no sólo de la población refugiada, sino también de la población libanesa, es uno de componentes más importantes de nuestro proyecto MADAD en Líbano, a través de la provisión de servicios de salud mental y apoyo psicosocial (MHPSS) en Zahlé (Valle de la Bekaa).

Los case managers de la clínica de salud mental de Fundación Promoción Social en Zahle (Valle de la Bekaa) programan y dirigen algunas de sus intervenciones fuera de la clínica a población que probablemente no haya oído hablar de los servicios de salud mental ofrecidos por la fundación y sensibilizan sobre cuestiones relacionadas con la salud mental.

Así entre los temas que los case managers abordan se incluyen, entre otros, la salud mental en general, los trastornos de hiperactividad con déficit de atención (THDA), el estrés psicosocial, el trastorno de estrés postraumático (TEPT), los trastornos de conducta, demencia, tortura, epilepsia, depresión, depresión posparto, esquizofrenia, dolor, enuresis y el trastorno psicosomático.

Las sesiones de sensibilización se programan en localidades de todo el Valle de Bekaa, que se extiende desde el sur de Baalbeck, hasta el área del norte del río Litani. En ellas, no se limita la participación de la población por nacionalidad o género.

El objetivo no es únicamente sensibilizar acerca de enfermedades concretas de salud mental que conllevan efectos como la diabetes o la hipertensión, sino también dar a conocer los servicios que se ofrecen en la clínica de salud mental a aquellas personas que participan en las sesiones y que puedan necesitar de estos servicios (ellas o sus familiares).

En un esfuerzo por llegar no solo a adultos, sino también a los jóvenes, auténticos pilares y constructores de la sociedad en un futuro próximo, el Centro Comunitario de Salud Mental de la fundación comenzó a realizar sesiones en escuelas de la región. Desde una de las escuelas con la que se contactó se nos explicó que hay una creciente necesidad de sensibilizar sobre los temas que trabajamos. Han percibido que los adolescentes tienen un riesgo cada vez mayor de desarrollar problemas relacionados con la salud mental ya que soportan una mayor presión en el aula, posibles problemas de acoso escolar y la ansiedad generada por cumplir las expectaciones de sus padres.

Una vez que Mona, case manager de la fundación, se entrevistó con la trabajadora social del colegio, tomó conciencia de que las situaciones de acoso escolar a estas edades aumentaron dramáticamente en los últimos años, agravándose en casos de ciberacoso.

Este problema es muy difícil de gestionar y controlar, considera Mona, especialmente cuando la víctima no pide ayuda y no quiere denunciar al acosador.

Los case managers concienciaron sobre el tema y distribuyeron folletos entre los estudiantes donde se detallaban los servicios que la clínica ofrece, su ubicación y datos de contacto. Además, les recomendaron hablar con sus padres en caso de que necesitaran más ayuda o apoyo. También, les pidieron, como ejercicio práctico de la sesión, que trataran de compartir la información recibida con sus padres, y de esa forma llegar a un mayor número de personas.

El proyecto está financiado por la Dirección General de Vecindad y Negociaciones de Ampliación (DG NEAR) de la Comisión Europea y se basa en el objetivo general del Fondo Fiduciario Regional de la Unión Europea en Respuesta a la Crisis Siria (“Fondo MADAD”) de responder a las “necesidades de los refugiados de Siria en los países vecinos, así como de las comunidades que acogen a los refugiados y sus administraciones, en particular en lo que respecta a la resiliencia y la pronta recuperación”.

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