Houssam*, refugiado sirio de 45 años de edad, con una esquizofrenia diagnosticada en 2012, consiguió recibir tratamiento psiquiátrico en la clínica de Salud Mental de la Fundación Promoción Social en Zahle.
Houssam sufrió el rigor de la guerra en su país, sobrevivió a su ingreso en una prisión en Siria y, una vez liberado, consiguió huir a Líbano con su familia.
Durante su estancia en la cárcel, de aproximadamente un año y algunos meses, dejó de medicarse, comentó su mujer a nuestro trabajador social durante una de sus visitas a uno de los campos de refugiados del Valle de la Bekaa en Líbano.
Con motivo del Día de la Salud Mental, que se celebra el 10 de octubre en todo el mundo, queremos concienciar sobre la situación de miles de refugiados sirios, y población libanesa vulnerable, que como Houssam sufren enfermedades o crisis de salud mental, y movilizar esfuerzos en su apoyo.
Fundación Promoción Social consciente de la necesidad de acometer acciones para tratar las enfermedades mentales y lograr la recuperación del paciente, dirige sus esfuerzos a la provisión de servicios de salud y apoyo psicosocial (MHPSS) en su clínica especializada en Zahlé (Valle de la Bekaa) a estas personas en situación de emergencia humanitaria, que están gravemente afectadas por la angustia y las enfermedades mentales, motivadas en unos casos, y agravadas en otros, por las duras experiencias vividas y sus difíciles circunstancias actuales.
Se añade a esta situación el agravante de que, entre la población, padecer algún tipo de problema de salud mental es tabú y tiende a ser ocultado por parte de los familiares.
Houssam tras interrumpir su medicación comenzó a tener brotes psicóticos, se volvió agresivo con su esposa y su familia y tuvo alucinaciones y delirios en forma de “nuevos” preceptos religiosos a seguir que obligaba a su esposa e hijos a cumplir, como comer jabón antes de orar para limpiar el alma desde dentro.
Houssam, con un carácter fuerte y obstinado, accedía a ver al psiquiatra todos los meses, que le facilitaba el medicamento, y aceptaba las visitas del trabajador social, pero se negaba a tomar el medicamento.
“En una ocasión, ante la insistencia de la Dra. psiquiatra Gisele prescribiendo el tratamiento y advirtiendo de la gravedad de no tomarse las pastillas, Houssam cogió la bolsa de pastillas, la rompió y comenzó a tirar la medicación al suelo y a pisotearla. Luego se sentó y sonrió, asustándonos a todos” comenta una de las enfermeras de la clínica.
Houssam no experimentó ninguna mejora hasta que vio que su vecino, que también era paciente de la clínica, curarse lo suficiente como para que le permitiesen viajar. Esto, en opinión de su esposa, fue lo que le hizo aceptar el hecho de que necesitaba cambiar. Después de una larga y difícil conversación con el psiquiatra aceptó ser hospitalizado durante dos de semanas, en mayo de 2018. Fue dado de alta tres semanas después, y desde entonces no ha faltado a su cita con el especialista y toma su medicación.
«Fue un gran éxito. El camino fue largo y tortuoso, pero después de trabajar mucho con él, con su esposa y su familia pudimos ver algunos buenos resultados. El verlo la semana pasada con calma y voluntad de colaboración me hizo sentirme orgullosa de todo el trabajo que hacemos «, comenta la enfermera.
El trabajo en la Clínica de Salud Mental se realiza en el marco del proyecto “Reducir las barreras económicas para acceder a los servicios de salud en el Líbano (REBAHS Líbano)” que desarrolla en consorcio con sus socios International Medical Corps UK (IMC) y Première Urgence-Aide Médicale Internationale (PU-AMI). El consorcio trabaja para mejorar el acceso a servicios de calidad en atención primaria sanitaria, salud comunitaria y servicios de salud mental para refugiados sirios y otras poblaciones vulnerables en Beirut y Monte Líbano, Akkar, Trípoli, Bekaa y el Sur en estrecha coordinación con el Ministerio libanés de Salud Pública (MoPH).
El proyecto está financiado por la Dirección General de Vecindad y Negociaciones de Ampliación (DG NEAR) de la Comisión Europea y se basa en el objetivo general del Fondo Fiduciario Regional de la Unión Europea en Respuesta a la Crisis Siria (“Fondo MADAD”) de responder a las “necesidades de los refugiados de Siria en los países vecinos, así como de las comunidades que acogen a los refugiados y sus administraciones, en particular en lo que respecta a la resiliencia y la pronta recuperación”.
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