15 marzo, 2019
8 años de guerra en Siria: el caso de Amina

El 15 de marzo se cumplen 8 años desde que se inició la guerra en Siria, y mucha de su población aún se encuentra refugiada en países vecinos, ante la imposibilidad de volver a sus hogares.

Debido a ello, Promoción Social comenzó en 2013 una labor humanitaria, en las comunidades de acogida de Jordania y Líbano, con el triple objetivo de salvar vidas, aliviar el sufrimiento y salvaguardar la dignidad humana.

En este tiempo, sus acciones no sólo se han dirigido a la población refugiada, sino también a los sectores más pobres de la población local del país de acogida que, afectados negativamente por el incremento demográfico, compiten por los recursos básicos.

Así, actualmente, la actividad humanitaria de la Fundación continúa en Líbano, a través de dos proyectos financiados por la Dirección General de Vecindad y Negociaciones de Ampliación (DG NEAR) de la Comisión Europea, y que se basa en el objetivo general del Fondo Fiduciario Regional de la Unión Europea en Respuesta a la Crisis Siria (“Fondo MADAD”) de responder a las “necesidades de los refugiados de Siria en los países vecinos, así como de las comunidades que acogen a los refugiados y sus administraciones, en particular en lo que respecta a la resiliencia y la pronta recuperación”:

Estas acciones se desarrollan en consorcio con International Medical Corps UK (IMC) y Première Urgence-Aide Médicale Internationale (PU-AMI), en estrecha coordinación con el Ministerio libanés de Salud Pública (MoPH).

El objetivo es mejorar, de una parte, el acceso a servicios de calidad en atención primaria sanitaria, salud comunitaria y servicios de salud mental para refugiados sirios y otras poblaciones vulnerables en Beirut y Monte Líbano, Akkar, Trípoli, Bekaa y el Sur, y de otra, los servicios médicos de calidad para las personas con discapacidad.

De manera específica, Promoción Social es responsable de la provisión de servicios de salud mental y apoyo psicosocial (MHPSS) desde su clínica especializada en Zahlé (Valle de la Bekaa), y de la formación del personal que trabaja en el sector discapacidad.

Amina es un ejemplo de la ayuda que Promoción Social presta a la población libanesa vulnerable. Este es su caso:

Amina es una mujer libanesa, casada, de 59 años de edad y madre de 3 hijos y 1 hija que viven en el extranjero.

Llegó al Líbano con la intención de permanecer en el país durante dos meses y estar con sus padres; planeaba que dos de sus hijos se fueran a vivir allí y cursaran sus estudios.

Durante su primera semana en Líbano, tuvo conocimiento de los servicios que Promoción Social prestaba en su clínica.

Su primer contacto fue con el case manager, que evaluó la situación, recopiló los datos objetivos del caso y estableció un plan de atención para ponerlo en práctica.

La problemática era el alto estrés que hizo mella en ella impidiéndole gestionar sus pensamientos y sentimientos adecuadamente. Además sufría falta de concentración, rumia y pensamientos intrusivos, así como sentimientos de culpa y una baja autoestima, y mantenía continuas disputas con su autoritario esposo, quien la culpaba de cualquier problema que surgiera en el hogar.

Algunos de los objetivos que se le pautaron fueron mejorar su relación matrimonial, aprender a poner límites, practicar el cuidado personal, y trabajar en su autoestima y en su relación con figuras importantes en su vida.

Un elemento esencial de su plan de atención fue remitirla al psicoterapeuta, y trabajar en los aspectos comentados con el case manager. El tiempo apremiaba, ya que tenía su vuelo reservado, por lo que las intervenciones tenían que ser lo más efectivas y eficientes posible.

Para disminuir su estado de ansiedad y organizar sus pensamientos apropiadamente, el psicoterapeuta le enseñó a mejorar su capacidad de atención; y el case manager trabajó con ella para ayudarle a fundamentar sus sentimientos en el presente.

También se trabajó para lograr la congruencia entre pensamientos y sentimientos, ayudándola, por tanto, a tomar conciencia de cualquier conflicto entre su mente y sus emociones.

La psicoeducación, por ejemplo, sobre la dinámica familiar, la realizó el case manager. El mismo tema se reiteró en la terapia, ayudándola a establecer una relación con sus hijos, a pesar de la distancia, y a aprender a comunicar mejor sus necesidades a su esposo a través de un entrenamiento asertivo.

El progreso fue notable e inmediato. En su evaluación, Amina indicó que su tratamiento había incidido muy positivamente en su autoestima y sus relaciones. Experimentó un crecimiento de la conciencia y de la percepción, lo que le permitió tomar conscientemente sus decisiones, disminuyendo su estado ansiedad.

El case manager y el psiocoterapeuta pusieron un plan de contingencia con ella para asegurar la práctica continua de autocuidado y asertividad y para alentarla a construir una red de apoyo donde vive.

*El nombre de la paciente no es real para preservar su identidad.

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